DEL NINGUNEO AL CHOCAMANOS

No habían pasado 24 horas desde el Día de la Hispanidad, de su desfile, con entrega y disciplina de las Fuerzas Armadas, de sus vivas al Rey y abucheos al presidente del Gobierno y ante la saliente canciller alemana, la Sra. Merkel ,bajo la mirada histórica de Carlos V en Yuste, cuando Los Srs. Sánchez y Casado se estrechaban la mano; e incluso con un apretón de codo amistoso del presidente al jefe de la oposición, que parecía desmentir  el rumor, la sensación, de que una frontera insalvable de resquemor ideológico les impedía, en ese acto de referencia cual es la fiesta nacional, ni siquiera cruzar sus miradas.

Sin dirigirse un mero saludo formal, sin acercarse físicamente a alguno de los clásicos corrillos del ante desfile o en la recepción de Palacio, donde se cruzan meros comentarios sobre el tiempo, la vestimenta y los más preocupados dilucidaban los apoyos a los presupuestos en el Parlamento.

Cualquier gesto de esos, hubiera servido para evidenciar que nos encontrábamos ante un progreso en las tensas relaciones de partido y quien sabe si algunos pudieran llegar a pensar que por fin el sentido común nos iba acercando a un posible gobierno de concentración, ante la avalancha que se nos ha venido encima con la escalada de precios a pagar por los de siempre, como es el caso del gas, la luz, los alimentos etc. Nada de eso ocurrió. No estaba la fiesta, el horno para bollos, digo yo.

¿Qué fenómeno ha ocurrido, que extraña conjunción de asuntos, quién o quiénes han propiciado ese brote, aun tierno, que ha impelido a los citados Casado y Sánchez a aproximarse con la sonrisa y las manos tendidas en busca de acuerdo y paz concertada?

Seguro que alguno de los cientos de asesores, que pululan cerca de los oídos de los que mandan, ha sugerido que un gesto de acuerdo en algunos temas judiciales, aconsejado severamente por Europa, ayudaría mucho a acelerar la llegada de fondos continentales. Y la Sra. Merkel estaba allí y eso todavía tiene peso.

Por otra parte, los presupuestos penden sobre la clase media. La clase media ha sido de nuevo descubierta por la Sra. Montero. ¡Ojo a la cartera!