¿SOBRA EL DINERO PUBLICO?

He oído y leído que la Generalitat valenciana ha comprado, o está en vísperas de hacerlo, el hermoso edificio de Correos de la ciudad de Valencia.

Unos días más tarde he oído que el Ayuntamiento de Valencia se está planteando la compra de la antigua sede de Hacienda en la Calle de Guillem de Castro también de Valencia.

Es probable que en los castos oídos de nuestros honorables dirigentes políticos alguien haya vertido el veneno de la fiebre inmobiliaria y ello haya impulsado, de repente, el deseo de adquisición de estos espacios para destinarlos todavía no se sabe muy bien para qué.

¿Alguien ha hecho un inventario, o lo está haciendo, de cuántos espacios hay sin ocupar por parte de ambas entidades antes de lanzarse como si fueran inversores privados o miembros de un fondo de inversión a la compra de unos bienes que bien podrían, digo yo, ser reclamados como parte de la deuda histórica que mantiene el Gobierno con esta Comunidad?

¿Existen carencias en departamentos dependientes de Ayuntamiento o Generalitat en Valencia, Castellón y Alicante que son más necesarias que estas inversiones que suenan a la necesidad de dejar huellas a última hora del paso de unos partidos que `puede dejar de estar al mando de la Comunidad o de la ciudad de Valencia?

He visto como las manifestaciones de vecinos de los Poblados Marítimos reclaman recuperar los proyectos, que tanto bombo hicieron sonar las elecciones en su día; he notado la carencia de medios sanitarios para atender a los problemas de salud que no son todos COVID y sus consecuencias. Se habla de colapso en el Hospital General y en otros centros de atención primaria no atienden parapetados tras la coartada de la pandemia.

A lo mejor una actuación enérgica podría ayudar a paliar las enormes colas de vehículos para entrar en la ciudad, para combatir la densidad y dificultad del tráfico en las calles. Es cierto que el programa que dirige el concejal Grezzi va logrando su propósito, si es que fuera ese, de acabar con el coche y lograr un par de medallas más entretanto no nos aclara nada sobre el fraude de la EMT. ¿Dónde está el dinero, por favor? Díganos algo.