LA DELGADA LÍNEA ROJA

Las noticias progresivas acerca del sistema empleado por muchos gobiernos para intentar saber qué planes tienen sus opositores es ya de dominio público y es posible que, a partir de ahora, los inventores del sistema tengan más dificultades para “colocar” su invento y abran la mano para vender a sujetos todavía más indecentes.

Hay que tentarse la cartera y “rajar” menos por vía “wasapatica”. ¿No?

Entretanto ya estarán buscando un nuevo procedimiento para entrar en el agujero que por lo visto tienen todos los aparatos de comunicación, pese a la alta tecnología de la que algunos disponen.

Decía yo ayer, en este medio periodístico amigo lo siguiente en torno a las contraseñas- cuyo día internacional se celebró hace un par de jueves  “…Todo está muy bien. Sin embargo, lo de la contraseña que tenga un día me parece sospechoso y debe ser porque con este asunto del Pegasus y los llamados hackers que te lo averiguan todo contra menos se sepa mejor ¿No?

Soy partidario de eso que dicen que hacía o hace la Mafia que llaman desde un teléfono público o escriben en un papel y luego se lo comen.

El problema está en las heces porque igual hay un sistema que puede leer a través de la mierda.

Todos tenemos curiosidad por saber que piensa el otro de uno y de los demás, gustamos de conocer sus opiniones, sus defectos, sus intimidades y eso dicen que va en la naturaleza del ser humano que a fuerza de ser social se convierte en un “cotilla”.

Eso no está bien porque como suele decirse muchas veces se traspasa “la delgada línea roja, más allá de la cual hasta lo que hacemos y decimos puede constituir objeto de investigación y eventualmente derivar en una querella que acaba con el curioso a las `puertas de la prisión.

Recuérdese aquí el problema que dicen que tienen los directores etc. que autorizaron el intento de espionaje de gentes de cierta notoriedad para el programa de tele5 Sálvame.¿Cómo va eso?

El que este tipo de actividades se consideren licitas como consecuencia de que esas opiniones, planes o actitudes tiendan a subvertir el orden constitucional de un país o pongan en riesgo la vida de los ciudadanos no tiene discusión y precisamente por eso los gobiernos montan sus agencias de la llamada inteligencia y contrainteligencia.

Lo que no es de recibo es que amparado en las circunstancias expuestas se emplee el sistema para acciones no consideradas como dentro de los marcos expuestos y sirva para “espiar” a rivales políticos, a periodistas considerados contra el régimen o excesivamente críticos. Eso no es éticamente democrático y es moralmente reprobable y objeto de crítica y también- ¿Por qué no? punible.

En un mismo orden de cosas convendría saber interpretar ¿cómo fue posible que los norteamericanos fuesen capaces de adelantarse en horas a la decisión del Sr. Putin de iniciar la invasión de Ucrania?

¿Tenían bajo control los sistemas de comunicación rusos o soviéticos, como gusta de decir a mi amigo Emilio, un viejo admirador de los zares de antaño?

Esta semana, el pasado día 9, Rusia conmemoró la derrota de los nazis y siempre lo hace en medio de desfiles militares que ponen de manifiesto el poder de una Rusia que trata de seguir siendo el imperio que hasta no hace mucho fue…al menos para los ojos del mundo, al margen del estado interior y sus rasgos sociales y de disfrute teórico, de libertades que se cantan con voz muy alta las estrofas de La Internacional.

Siempre ese desfile de efecto aterrador y teatral y su tribuna de jerarcas ha sido objeto de análisis por los estudiosos de la geopolítica y de ello se han sacado múltiples interpretaciones que, en ocasiones, repito en ocasiones, han sido acertadas.

¿Qué habrá querido decir Putin con su exhibición?

¿Quién formaba la guardia de corps de este hombre, hoy en la cumbre autozarista de su poder constante?

¿Estarán controlados los teléfonos de esos, entre los cuales como así siempre habrá un traidor, con ganas de sustituirlo?

Sé que muchos de nuestros compatriotas coquetean con la idea, probada, de sus relaciones con el dueño teórico del poder ruso hoy, y claman en cada ocasión por la paz; están en contra de la venta y envío de armas a Ucrania (las fábricas de armas españolas e internacionales no regalan nada y alguien paga las facturas de tanques, camiones, ametralladoras, vehículos pesados y demás instrumentos de matar). Veamos.

Solo un dato que yo desconocía. España es la quinta potencia mundial en venta de armas.

¡Ojo al dato!

¡Queridos pacifistas que seguís manteniendo la boca enchufada a la teta del estado mientras os rasgáis las vestiduras en ´publico! para que nos creamos que vuestro populismo nos va a marear y hacernos creer que vuestra voluntad es la paz.

¡Que una mano no sepa lo que hace la otra! ¿Os merecemos?