Al escepticismo de las todavía tibias medidas de los principales mandatarios -quizá hubiera alguna declaración al término de la reunión del G-7 coordinada y más contundente, pero no se tenía constancia real de ello-, se unía el nerviosismo más que razonable sobre lo que ocurriera con Grecia. Porque había intensos rumores sobre su inminente quiebra. Incluso para este mismo fin de semana, debido a que llega la fecha límite para que los acreedores privados del país acepten su colaboración en el plan de rescate.
Yo tengo un poco de miedo y antes no era así. ¿Antes?. Mucho antes de burbujas varias. Yo creo que la intoxicación noticiera nos ha llevado a imbuirnos de cierta falta de perspectiva. Lo hechos serán así y la figura diabólica de los mercados y la Bolsa nos aturulla. Yo no tengo dinero, no tengo dinero en bolsa y sin embargo cuando veo el IBEX tiemblo. Tiemblo un rato y me quedo a cuadros cuando paralelamente me llega una noticia- ya se sabe que nunca se sabe si la fuente es buena o no- que me pone al día de los millones de euros o dolares que da el petroleo en Guinea y lo poco , si llega algo, de ese dinero para mejorar las condiciones de vida del respetable de la zona. Parece que el dinero lo guarda el S.Botin. Claro que ese es su trabajo guardar el dinero de los otros.
¿Estarán los dineros nuestros a salvo? ¿Vendrá una especie de “corralito”? No, que no quiero verlo- y aquí claro me pongo lorquiano. El lunes voy a ir a ver a Enrique el director y le voy a comminar – me gusta la palabra porque encierra un algo duro y tenebroso- a que me enseñe la lasta. ¿ Tienes la guita? le diré en plan mandón. !Cómo has llegado a eso Carlos!. No no es eso.Solo quiero verlo,quiero verlo- y lentamente mi tono de mandón se transforma en llorón. Buenos días.