Según crecemos, el tamaño de nuestro entorno y las potencialidades del mismo aumentan. Al no encontrarnos tan determinados por la familia, el colegio o la segunda residencia, las relaciones que establecemos en la edad adulta deberían ser más satisfactorias, ya que las hemos elegido de forma más consciente a partir de una muestra mayor de potenciales candidatos a amigos. Y sin embargo, sentimos que es difícil establecer relaciones tan cercanas como las de aquella edad dorada que fue la infancia.(fuente: el confidencial)
Me he planteado esto de la amistad al ver los abrazos y casi besos que se dan a si mismos y a otros los políticos estos días de hermosura electoral que dura poco o mucho, según se vea. ¿Serán de verdad amigos? ¿Lo son de conveniencia mercantilista? ¿Son capaces de prestar ayuda,estar presentes cuando los necesitas? ¿Van verte? ¿Vas a verlos?. Se trata de dar y recibir.
Esta semana voy a revisar mi agenda y me voy a plantear reverdecer,por ejemplo, ensombrecer, en otros casos, la lista. A lo mejor llega un momento en el que el número, la cantidad de amigos “redes sociales” son falsas.
De momento voy a ver si me hago amigo de mi mismo, de mis hijos, de otros y así poco a poco ampliaré hasta el limite de mi verdad la cosa misma de la amistad como tesoro humano. Los tesoros hay que guardarlo y no despilfarrarlos. ¿Cuantos amigos le quedarán ahora a Berlusconi? Buenos días.