La reciente condena al juez Garzón ha generado varios movimientos en direcciones contrarias. A unos la decisión, unánime, del Supremo ha sido el resultado de una venganza cocida a fuego lento y con final prederteminado y para otros ha sido el final de un juez que se ha venido saltando, dicen, los procedimientos procesales y ha instruido con ventaja de escuchas lapidando el ultimo derecho a la comunicación en libertad de clientes y abogados.
No somos expertos en juzgar aunque quizás si podamos pensar en libertad acerca de un movimiento u otro.
Se permite escuchar, según he leído, cuando el delito afecta al área del terrorismo y se hace de la mano del permiso de un juez y el resto está prohibido por la Ley, porque es la Ley-asi con mayúscula- la que debe ilustrar el camino de la libertad individual en el marco de una sociedad democrática, donde la justicia sea igual para todos. Esa es la letra de la canción democrática aunque la música según unos toca de una forma y según otros de otra. Cuestión de oído.
Lo cierto es que seguramente para ciertos movimientos progresistas en su nombre literal, la justicia , aunque emane de la unanimidad de 7 jueces de diferente acento político ha sido injusta por subjetiva y ha visto prevaricación dónde en otros casos no ha sido así y en consecuencia como la Ley no favorece se pone en tela de juicio esa misma composición del Tribunal y por tanto también sus decisiones.
Quien ha sido tratado así debe ser elevado a la categoría de mártir y entonces se le integra en la causa de los perseguidos y eso da créditos, da algunos votos.
Para otros no. Recuerdan que el juez sancionado ha conculcado una de las bases del sistema de libertades al escuchar cuando no debía, al escuchar para luego usar.Mal, mal asunto.Genera poco credibilidad quien así actúa.
¿Qué pasará ahora? Ya he oído que recurrirá y entretanto algun@s tomarán la calle y otros harán declaraciones y el juez quizás acabe en la política de nuevo. Sería el retorno, el regreso. Falta tiempo todavía pero veremos cosas a raíz de la polémica condena del llamado por muchos “juez estrella”. Lleva muchos años en la Audiencia Nacional. ¿Qué pasará con el Gürtel?.
De momento y para que la fiesta de la opinión siga, el juez Castro( el del asunto Undargarín y su señora esposa) está siendo investigado, eso que se llama abrir diligencias, porque por lo visto el tema Undargarín ha sido filtrado , cuando no debería. Dicen que dice el juez que no puede controlar a los 116 personas – más o menos- que conocen el asunto y que su filtración puede ser atribuida a cualquiera de ellas. Es raro ¿No?.
El morbo antijuez está servido. Se ha abierto la veda. Buenos días.