LA PROPINA
Stacy Knutson es una camarera de Minnesota con muchos problemas económicos. Su sueldo apenas le da para mantener cada mes a sus cinco hijos. Alguien que conocía sus apuros le dejó en una caja una propina extraordinaria por haberles atendido bien en el bar: 12.000 dólares.
Eso es una propina y no los dos o tres euros que deja usted si fuera el caso.
Hace años una acomodadora en un cine Paris me mantuvo la luz de la linterna durante casi un minuto enfocada a la cara porque no le había dado propina. Me enfadé y luego me dijeron que aquella propina estaba establecida porque formaba parte de su salario. O sea que yo estaba atentando contra su sueldo, pero el precio de la entrada no era más barato. Un ejemplo este de abuso del empresario.
Ahora que propinas como está para mí las quisiera yo. Eso ayuda a preocuparte un poco menos.
Por cierto y aunque está lejos del núcleo de la noticia y reflexión “propinesca” es el caso que entré a ver una película de Aurora Bautista y Paco Rabal en Paris hace años y entré porque en las fotos de la película-no me acuerdo del título – pero sé que era un drama pasional que se desarrollaba en el Sur-mostraban a la Sra. Bautista “en pelota picada” y eso era en plena aplicación de la censura en España; en algunos cines de colegios los besos se tapaban con la mano del proyectista seglar o religioso. Imperaba la idea de la castidad como bien supremo.
Al parecer se rodaban dos versiones una nacional y otra para el extranjero dónde el guión “obligaba “a la actriz a mostrar sus encantos. Pasabas de Locura de Amor de “la Bautuista” a la lozana andaluza que era generosa en sus carnes desnudas para goce visual…si estabas fuera de las fronteras. Una discriminación carnal, es obvio.
De vez en cuando nos iluminaban con María Goretti que prefirió morir a perder, entre otras, cosas lo que se llamaba el bien supremo de la virginidad. Era un don- el no perder la virginidad- que se dejaba para después de haber pasado por el altar y eso,. Por cierto generaba a los novios en estado de merecer grandes problemas de dolor en sus santos atributos; unas orquitis de caballo y unas visitas a los prostíbulos que estaban regulados y había muchos en la ciudad concentrados en un área hoy sobrepasada
Ahora hay menos orquitis y sin embargo, por lo que uno lee, hay más putas. Debe ser la crisis.
¿Es la propina un acto de humillación para quien la recibe? ¿Es la propina a manera de un anticuerpo protector para quien la da?
Soy partidario del salario justo y no de las propinas que siempre quedan al socaire de la generosidad y/o disponibilidad de “propinador”. Hay sitios dónde te aconsejan que dejes del orden del 10 % del valor de la factura.
¿Es la propina un acto de limosna limpiadora de un cierto sentido de la culpabilidad por haber comido y porque te hayan servido?
Dejo en sus mentes la semilla de la duda y me apresuro a ver si hoy hace menos aire en Valencia y me curo el constipado que esos catarros llamados primaverales te dejan de propina mocos y fatiga. Buenos días.