El acto de entrega de premios
Ayer por la tarde me fui a Rocafort a oír y ver lo que se decía en relación a los premios de la Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios (CLAVE) que se daban en la casa de la Cultura.
Resulta que el premio de ensayo se lo habían otorgado a mi amigo Miguel Catalán por su libro ” La Creación Burlada” , el de narrativa a la novela de Alberto Gimeno por “El día menos pensado” y el de Poesía a Juan Pablo Zapater por su libro ” La velocidad del sueño”
Una mesa, que presidía la alcaldesa repleta de personalidades, con un escenario bien iluminado y microfonía de vaivén. La alcaldesa con verbo institucional inauguró con cierto retraso ( no olvidemos que no somos alemanes y no pasa nada aunque la cosa empiece 20 minutos después de lo anunciado) el acto.
Antes cruce de saludos, sonrisas de satisfacción , reconocimiento de unos y otros, presentaciones de rigor, búsqueda ocular de apoyos y en el aire un esplendido olor de fertilidad animal proveniente del exterior que nos recordaba al campo y su función vegetal y creadora.
Se hizo hincapié en el patrocinio del acto a cargo de Casa Montaña que desde su Cabanyal original siempre está abierta a la cultura y, en palabras de su representante, y a devolver algo de lo que la misma sociedad les ofrece. Bien, en este tiempo dado a la tacañería.
Como esto no es una crónica de sociedad al uso, baste decir que todos los intervinientes estuvieron a la altura y los razonamientos de premiados y de los que representaban a los jurados brillaron con una prosa adecuada, con cierta carga irónica en unos casos , dramática en otros y poética en todos.
Más allá de las nueve se anunció un vino de honor al que no asistí “escapándome”, con una amiga acompañante, a cenar a un local íntimo de Godella.
En el aire quedaron los parabienes, los flashes de las modernas maquinas de retener el tiempo y el anuncio de que pronto, 75 años después, Rocafort dará paso a un homenaje al maestro ANTONIO MACHADO, que sepan los lectores que estuvo viviendo en una de sus recoletas villas.
La alcaldesa – con un tono de más acento y más víscera- dijo que era un lujo el acto presidido y que será un placer acoger siempre a CLAVE. Muy bien.
Me he quedado contento y más todavía al oír los parabienes a las personas y a sus obras.
El ritual necesario del homenaje y la entrega se ha cumplido y yo me uno a él con esta mini crónica lo más aséptica posible.
Volveré cada vez que me inviten y correré menos, por miedo a llegar tarde. Buenos días, tardes..