El valor de las manos y los dedos
Ocurrió hace un par de años, en un hotel de Málaga. Pastrana, que recurría a la morfina para aliviar sus fortísimos dolores de espalda, pidió la ayuda de la enfermera Lola Gavilán. La entonces secretaria de la Mujer y vicesecretaria general de Relaciones Socio-Laborales, aparte de dar clases de inglés a los hijos de Pastrana, “siempre se desplazaba a los viajes con el secretario general para darle masajes privados”(Fuente: El Confidencial)
Estos días se habla mucho de dedazos o de dedo divino en el seno del Partido Popular a raíz del inesperado nombramiento del candidato a presidir el PP en Andalucía y también se habla de la guerra interna que mantienen algunos dirigentes por esa y otras razones que tendrán que ver con ver quién manda más, digo yo, y ver de rodearse de gentes de la confianza, al estilo de nuestro Fabra y su Sra,Pastor.
Y hoy leo el Confidencial y registro y pego la noticia que inicia la columna y eso me inclina a pensar acerca de la importancia del dedo y de la mano en el tratamiento corporal y en el viaje espacio tiempo potencial que tiene su uso.
Con un dedo pulgar en Roma te comía un león; dicen que si eras cristiano era más seguro y rápido. A lo mejor cierto paganismo se deriva al miedo a que por uno u otro lado te toque y sea la “parca” la que te visite.
El masaje dicen que alivia y da gozo muscular y ahora ha pasado de considerarse sospechoso como tal en el pasado, porque eso de la casa de masajes olía a Thailandia, digo; ahora que los fisioterapeutas controlan torceduras y bursitis por doquier habiendo rescatado el concepto y dotándolo de cierta aureola sanadora.
Sin embargo esta señora de la noticia- Lola Gavilán- parecía ser un todo terreno que lo mismo daba inglés, defendía al mujerío de la explotación mercantilista, estaba al loro de ERES posibles y en sus ratos de posible relax era llamada para tratar la espalda del Ugetista Pastrana hombre de buen comer al decir de las malas lenguas y de las buenas facturas.
!Qué suba Lola! dicen que decía y es que le había dado el dolor. El viejo triangulo municipio, familia y sindicato, que tanto juego dio con Franco, ha devenido en marco de relaciones sociales incestuosas.
No es eso, no eso!, A lo mejor si que es por mucho Ortega que lo dijera. Yo llamo y es como si llamara en el desierto, nadie viene a aliviarme el dolor del alma. Habrá que rezar…pero en la intimidad no sea que alguien levante el pulgar, lo ponga hacia abajo y te manden a galeras. Buenos y santos días.