El Metro y las mentiras

Hace unas horas apenas, leo que la caja negra del metro volcado en julio del 2006 no borra los datos contenidos tras su lectura.

Atención a esta fecha que no solo es fatídica para los 43 que murieron o para quienes los recuerdan cada día, si no porque si las cuentas me salen pronto serán 14 años los que han transcurrido.

Mucho, demasiado tiempo que para muchos hayan creído, hayan  supuesto llegar a la tierra del olvido y para otros volver a la tierra de la realidad.

¿Qué intereses ocultos pueden haber tras una declaración en la que se dice que los datos de la caja negra se borran tras su lectura cuando se evidencia ahora que eso no es cierto?

Aquí , como en otros casos, ha actuado la insistencia mensual en la convocatoria y asistencia a las concentraciones de la plaza de la Virgen por parte de la asociación de víctimas del metro 3-J.

La recogida primero de la caja por parte de la ex gerente Marisa Gracia), de madrugada, casi de inmediato para llevársela a dependencias de la FGV (Ferrocarrils de la Generalitat) alegando cuestiones de índole técnica y la declaración del Jefe de talleres (Domingo Alepuz) afirmando que los datos se borraban llaman la atención. Se genera la sospecha.

La reapertura del caso abre esperanza y crea dudas. Esperanza por una Fiscalía que se ha hecho eco y dudas por el tiempo y el rechazo que sistemáticamente ha encontrado la Plataforma en la reapertura del asunto….hasta hoy, de momento.

La combinación de la insistencia de la Plataforma y el concurso de los medios de comunicación (Salvados de la 6ª) ha abierto el melón de la duda y la repetición de mi pregunta:

¿Qué intereses ocultos pueden haber tras una declaración en la que se dice que los datos de la caja negra se borran tras su lectura cuando se evidencia ahora que eso no es cierto?

Luego se habla de desafección, de hartazgo de los políticos y sus asesores, de que hay que mejorar la comunicación.

Es tan simple como decir la verdad y afrontar las consecuencias. Buenos días.