Pleitos tengas y los ganes

Sí señor. La carga de trabajo que soportan los Juzgados es una muestra evidente del incremento de la crisis y de la evidencia de falta de medios.

Dicen que todo va bien, mucho mejor. Será en las llamadas altas esferas.

“La grave crisis que soportamos sigue siendo extraordinariamente visible a través de la actividad judicial», es la opinión de la presidenta del TSJ, Pilar de la Oliva. Y la situación es especialmente crítica en determinadas jurisdicciones, especialmente en los juzgados de lo social, encargados de materias tan sensibles como dilucidar conflictos en casos de despidos, indemnizaciones por invalidez que lleguen a manos de la justicia o pensiones.(fuente Las provincias)

Al parecer no es menos cierto que los juicios por prevaricación y otras “menudencias” han generado tanto  papel que la corrupción no solo irrumpe en los campos de la ética “per se”,  sino que se manifiesta más allá cuando paraliza o enlentece o copa ( lo llaman ustedes como les parezca mejor) los asuntos penales y civiles de los que se mueven entre juicio va y juicio viene.

La desesperación inunda el alma de quien ve que un asunto que arrastra desde hace dos años, vuelve a señalarse para dos más tarde por un “quítame allá esas pajas” que puede significar una prueba que falta, una instrucción que se acumula a muchas otras agobiando al juez, una sobrecarga de trabajo y poco tiempo para estudiar y asombrosamente los papeles a centenares se acumulan construyendo barreras físicas intermesas.

Cada paso que se da genera centenares de papeles y leo que hay asuntos que generan miles de de folios. ¿Quién se lee eso? ¿Quién se lo lee con sentido común y la paciencia necesaria para elaborar un dictamen, una sentencia?

¿Duda usted de la equidad del juez? NO. Solo que , a veces, leo que esa instrucción es confusa, mal construida, deficientemente argumentada, de difícil recurso.

¿Se ha vuelto tan imposible la convivencia que es necesario llegar siempre a la vía judicial, amenazar con ella etc.?

A lo mejor como uno ve que los corruptos siguen viviendo con holgura, se mueven con libertad, hacen declaraciones a cara abierta de inocencia y se muestran tan seguros que muchos piden el indulto uno cree que todo el monte es orégano y se lanza a manifestarse. Es el pataleo del pobre, la conciencia confusa de la multitud contra la élite. Parece una feria.

Eso también habrá que modificarlo. ¿Quién , como . cuando, con qué medios?

Bueno,  primero que pase la coronación, lo de Cataluña, lo del País Vasco lo de Ceuta y Melilla y algunos asuntos más; que venga el verano, que se olviden las europeas y a poner una vela, o más bien dos, para que lo tuyo, lo mío, lo de todos los que están inmersos en la rueda judicial se resuelva. Bon día