EL ULTIMÁTUM
Llevamos unos cuantos meses dándonos falsos ultimátum. Por lo visto unos se plantean determinadas exigencias y si no se cumplen no habrá negociación. Eso dicen, pero eso no se cumple, por lo que el concepto de final queda travestido de una falsa apariencia.
La trampa de ese concepto, que suena a demanda final, es que las exigencias van cambiando en plan Groucho Marx y eso hace que los ciudadanos votantes piensen en otro ultimátum a la formación cambiante. Trileros. Triperos
La percepción aquí, en esto de las negociaciones, es que el pequeño partido extorsiona al grande y el grande, que está más curtido en la batalla del sí pero no, o no pero si, es un jugador de fondo y lleva jugando desde que Fernando VII juró aquello de ” vayamos todos por la senda de la Constitución” y cuando llegó a la altura de las actuales Cortes cambió el rumbo de la carroza. Eso dicen.
El llamado “felón”, por algunos, sería por algo, digo. También es cierto que yo no estaba allí y por tanto ni quito, ni pongo Rey ; también es cierto que no estoy debajo de la mesa de las negociaciones entre el catalán Rivera y el gallego Rajoy y lo único que sé es que unos están consternados y los otros están optimistas, según sus portavoces, que tampoco son ellos…y la casa sin barrer.
A estas alturas del gobierno en funciones y con miles de proyectos por acabar, pendientes de su posibilidad presupuestaria, con más de 3000 proposiciones de sus señorías en el vestíbulo del Congreso, pendientes de que se constituyan sus señoría en ídem, me da a mí que nos están tomando por idiotas. Puede que tengan razón.
Hablar de democracia es como el intento de ese niño-adolescente al que le va creciendo la barba y para acelerar su madurez y ser más mayor se afeita todos los días a ver si va más deprisa el proceso natural de crecerle el pelo. El pelo no sale.
La barba sigue su molecular viaje ajena a los intentos de variar su tempos. Acaba con la cara irritada.
Los votos dados han perdido su valor. Los cambios, las fusiones, los pactos juegan a engañar. Me siento estafado.