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En Espejo Público el otro día.
Uno de los fundadores morados, que ya no forma parte de la organización pero que mantiene su sombra de influencia, se ha referido a la guerra entre palistas errejonistas: “Cuidado a ver si no has seducido siendo Johnny Deep y vas a seducir siendo Bertín Osborne”. De esta manera, Monedero vuelve a posicionarse al lado de Pablo Iglesias y ridiculiza el discurso más dulce que reclama Errejón. Pero no se ha quedado ahí. Monedero ha desacreditado al portavoz cuando, preguntado por el debate interno, ha afirmado que “yo con Pablo he compartido más diagnósticos, Íñigo ha sido mi alumno”.(fuente: El Plural)
Lo vi y lo he leído y lo tenía en la recamara cerebral en espera de ser deglutido u olvidado, pero héteme aquí que los medios se hacen eco, con profusión, de la guerra abierta a raíz del comité de Madrid, que dicen que es en abierto.
La desacreditación del alumno no tiene gracia alguna.
¿No puede ocurrir que el alumno sea de los aventajados y haya hecho suyo lo que Bakunin en su obra “Dios y el Estado”, cuando se refiere a las “dos facultades preciosas del ser humano”, señala que son: ” La facultad de pensar y la facultad, la necesidad, de rebelarse”.?
¿Quién está interesado en romper el sistema, en vez de intentar cambiarlo mediante el parlamentarismo?
¿A qué viene tanta difusión de un debate que solo interesa a los que participan en el mismo y en Madrid?
Yo no es que vea conspiraciones por doquier, pero empieza uno a ver enemigos, espías, correcaminos de la intriga, opinadores, que con tal de mantener el sueldo de miseria moral que significa ensuciar a todo el que se mueve, lo hacen.
Iglesias es el ” poli malo” e Iñigo Errejón el “poli bueno”, pero en el fondo el asunto no está claro y yo no veo bien y eso que estoy operado de cataratas.
Parece que han dado cancha a Garzón que a lo mejor ha recibido un aviso de sus bases porque había quedado nublada su brillante aparición en el momento electoral.
Creo que hay mucho cuento y hace falta creatividad. Seguiré informando de la “cosa”. Buenos y radiantes días.