SABIA RECTIFICACIÓN
. El Ministerio de Justicia ha dado marcha atrás a la reforma del artículo 56 del Código Civil que obligaba a personas con deficiencias sensoriales a presentar un certificado médico para poder casarse.
Observo con deleite sin par, el cómo empezamos a vivir las personas el goce de la rectificación de algunas decisiones que pueden afectar a la vida individual de sordos y ciegos, por ejemplo.
La senadora Pilar Lima es sorda y quiere saber, quien es el autor intelectual de ese intento de reforma.
Hay para mí un cierto tufillo nazi al medir a los discapacitados con un rasero discriminatorio en razón de sus deficiencias.
Algún “·jefe”, digo, en una mala noche ha podido tener una discusión con su suegra.
La suegra es una coartada asumida por una sociedad que ha decidido crucificar a las suegras en general
¿Estás ciega? ¿No has visto la cara de merluzo que tiene tu marido? ¿Estabas sorda cuando te advertí de lo gilipollas que era y es? ¿Has visto como se pone cuando te dice que puede rectificar la Ley?
A veces las cosas más insólitas son el origen de cambios sustanciales. No somos nadie.
Ahora por ejemplo parecen estar sordos los de la “clausula suelo”. Se han resistido, como defensores medievales, en su torre de marfil bancario.
Yo creo que por mucho que el Tribunal europeo haya dicho “que devuelvan hasta el último euro”, la cosa puede terminar como el rescate de las autopistas.
Es simple. Privatizar el beneficio y socializar las perdidas. Así cualquiera. Ustedes pueden creer que me he desviado del asunto, pero no es así. Todo pertenece al mismo capítulo. Recuerdo aquel dicho de a “pagarlo poca ropa”.
Cuando estalla el escándalo surge la rectificación a medias. Se sale del paso mediante una “instrucción”, pero cambiar una ley es un asunto complejo.
Si quiere le invito a que vea el artículo 56 del Código Civil y se entretenga estudiándolo todo.
Este es un país, decía el humorista Acevedo, donde nace una ley por minuto y yo digo que la conculcamos, sin saber, cada medio. Somos culpables.
Seguro que en esta columna habré dicho algo que puede suscitar controversia, o culpa. Yo sin saberlo. Perdón, por si acaso.