“El profesor Stephen Hawking cree que la especie humana tendrá que habitar otro planeta en los próximos 100 años, si va a sobrevivir”, anunció la BBC el documental en el cual el astrofísico cambió su pronóstico. “Con el cambio climático, los choques de asteroides que se esperan, las epidemias y el crecimiento de la población, nuestro planeta es cada vez más precario”.
A mi no me amarga la vida el Sr. Stephen porque llevo un mes fatal y no quiero tener un algo orgánico antes de que el Señor, en su infinita misericordia tenga a bien, (a ser posible cuanto más tarde mejor) llamarme a su lado.
Este mes y el otro es Montoro, antes ha sido al moción de censura, esta mañana los de Merca Madrid, luego Marzá que aunque yo ya tengo hijos con el bachiller hecho y más cosas, me uno, me solidarizo un poco con los concertados.
Luego respiro y pienso.
Tengo pensado que eso de que haya que pagarle al hijo del notario o del registrador de la propiedad de turno o al médico de relumbrón privadísimo y con hijos en edad de concertar, una parte o el todo, de los costes derivados de la cosa privada no está claro.
Eso de practicar políticas de mediopensionistas y ser sociales para una cosa y liberales para otra huele a chamusquina.
¿Y si Marzá, pese a su barba independentista y soberana, tiene razón?
Al final me da igual por lo del Sr. Stephen mayormente.
Y esta mañana leo lo Sr. Stephen y yo me quedo tan fresco, sobre todo porque tras mirarme en el espejo, yo ya sé que, sin preguntarle al espejito mágico, que dentro de 100 años todos los lectores de hoy, y mira que yo aprecio a los lectores que de vez en vez me leen, todos calvos.
Así que recomiendo a los que quieren montar el Reich de los mil años en plan herederos del “tío” Adolfo, que Hitler no tiene dos telediarios, por mucho que se empeñen en montar en plan Podemos o PSOE o PP o lo nuevo que pueda salir no tienen nada que rascar.
El que avisa no es traidor. Mucho gusto