YA ERA HORA
Hay acontecimientos que pese a su transcendencia pasan desapercibidos para la mayoría como consecuencia del “boom” de la política y sus repercusiones mediáticas.
Ayer jueves fue el Día Internacional de la Tapa y se pide para la Tapa que sea Patrimonio Cultural de la Humanidad.
No me opongo. Estoy a favor. Me acabo de “colocar” un pincho de tortilla de patata con cebolla que no se lo salta un torero.
Los que pasamos volando sobre titulares cada día buscando para “chispear” y ofrecer alguna combinación de letras bastante como para distraer al respetable, a veces encontramos perlas que pueden ayudar a reflexionar.
He aquí una procedente del Departamento del Ministro de Cultura.
Íñigo Méndez de Vigo, quien considera “necesario proteger la tapa para ponerla en valor”.
Al Ministro, deduzco, le gustan las tapas . Su figura tiende a ser oblonga y destila serenidad y paz.
Es un portavoz satisfecho. Le pasa como a mí.
Coincido en que la “gastronomía es cultura” y debe ser por eso que los programas de TV y las secciones de los diarios han incrementado sus espacios destinados a dar recetas y enseñar cómo se elaboran; de hecho conozco a alguna criatura, compañera en esto de juntar letras,que ha engordado 6 kilos a base de probar y probar tapas.
Se puede afirmar que la tapa es una colaboradora necesaria en el patriótico menester de no pasar hambre.
El asunto está estudiado. No vamos a ser menos que los americanos que parece que lo estudian todo.
Según el I Estudio Nacional de la Tapa, la tapa más solicitada era el pincho de tortilla, y también aparecen la croqueta, la ensaladilla rusa y las patatas bravas
Nadie ha caído en la cuenta, creo, del hecho de que esta escalada de la tapa y del menú “cantado”, y adornado con diversidad de aditamentos, es consecuencia del hambre de la postguerra en la España de los 40 y de otras guerras posteriores.
Hay que hacer un estudio y naturalmente me apunto a ello. Voy a quedar con unos amigos y mientras tapeamos estudiaremos.
Lo siento he de irme. La ensaladilla rusa me espera- en época del General Franco se llamaba obligatoriamente nacional a la ensaladilla, hoy rusa. Cosas de fachas y progres siempre a la greña.
He visto que la boca de unos y otros se parecen mucho. Lo ha visto también el Ministro Iñigo. Loa a la tapa