LA EMPATÍA/Digital y papel
He visto la foto del Presidente Sánchez cogiendo del brazo, a la altura del codo, al otro Presidente, el de los americanos, el Sr. Trump y en el plano a medio fondo y en picado,- o sea de arriba abajo- a la señora ministra de Defensa, la Sr. Robles.
En un estado de arrobamiento catártico, con los ojos colgados por arriba y una media sonrisa de beatificación todos reunidos en torno a la cumbre otánica- o sea de la OTAN; Es la misma OTAN de ” entrada no” del Sr. González, a la sazón presidente también.
Esa foto, que recogen algunos diarios, se complementa, en principio, con una frase mítica del Presidente “renacido”.”Somos empáticos” y la contra respuesta económica financiera del millonario Trump- a todos los presidentes presentes, incluida la Sra. Merkel, objeto de alguna directa trumpera., ha sido: “ustedes deben invertir más. Deben pasar del 2 y un poquito al 4%” y eso va por nosotros.
El asunto está claro. Nosotros somos empáticos y el otro nos dice:” Inviertan más”.
Yo creo que al Sr.Trump le importa una higa lo de la empatía. No le basta que nos pongamos en su lugar que es, por lo leído, el significado de empatía. Desea llegar más al fondo de nuestros bolsillos, que a la velocidad que vamos, volverán a estar semi vacios, pero, eso sí, empáticamente vacíos.
Está bien que se practique una “escucha activa”, que se ponga cara de interés, que se toque el antebrazo al interlocutor- (no conviene pasarse a la hora de tocar como dicen que pasa con algunos “jefes”, que al menor descuido te tocan el culo…dicen)
Ahí tenemos el caso del fallecido presidente Suarez – no me refiero, por cierto, a los tocamientos; me refiero a que su aparente” escucha activa” hizo que todos los que iban a consultarle salieran sonriendo , incluido el “zorro rojo”, o sea Santiago Carillo.
El hecho es que luego el Sr. Suarez hacía lo que le mandaban o hacia lo que le dejaban hacer (dicen que la larga mano de Torcuato Fernández Miranda y del propio Rey estaba detrás de esa actitud…pero vaya usted a saber). Lo mismo que Sánchez.
¿Quién estará detrás? ¿Su mujer, los barones?