AIR FORCE 84 
 Mi amigo Javier me dice que las noticias para elaborar una columna nos 
 las ponen a huevo. 
 Una afirmación que contrasta con lo que el alcalde de Valencia que 
 señala del asunto del uso grafitero de la valla de jesuitas como 
“serpiente de verano”; se trata del soporte de homenaje a los agresores 
 de Alsasua (me refiero a los que dieron una paliza a dos guardias 
 civiles y a sus parejas).
 La “serpiente de verano” surge en el pasado cuando, con la llegada del 
 estío, las noticias escaseaban y los diarios tenían que buscar asuntos 
 con los que llenar parte del contenido.
 Ahora no. Te pasas unas horas y la actualidad te arrolla. Este pasado 
 fin de semana saltaba la noticia de que nuestro recién presidente, el 
 Sr. Sánchez, se ha montado en el Falcón que las Fuerzas Aéreas destina 
 para ciertos desplazamientos.
¿Adónde iba?
 Ha ido y ha vuelto, ha ido y ha vuelto de Madrid a Castellón (o sea el 
 equivalente a cuatro vuelos) y nos hemos gastado del orden aproximado 
 de 36.000 euros, según dicen quienes entienden del coste aéreo
 ¿Para qué?
 Pese a que la vicepresidenta con su aguda voz nos ha “vendido” que el 
 desplazamiento era para actos culturales, a algunos, que no lo vemos 
 claro, nos da la sensación de que se ha ido a oír tocar a “Los 
 Killers”. Lo demás es “fum de canyot” (humo blanco).
 No hago mención del transporte de su esposa que parece lo hizo en 
 coche. Bien. Entiendo también que hay que protegerla como bien temporal 
 del Estado con un cinturón de seguridad y aquí entran los 
 guardaespaldas. Lo dejo a la interpretación de cada uno.
 Ya sé que el avión no es el Air Force One del presidente Trump. Es el 
 Air Force 84 en función del número de diputados que tiene el fan de los 
 Killers (
 ¿Esta bien o está mal el uso de ese transporte para la función aireada?
 La calificación del uso de la aeronave depende de quién opina. ¿Es un 
 error táctico de principiante cegado por el privilegio? Anoche lo 
 contrasté en una mesa veraniega. Los más “rojos” silencio, los más 
 conservadores críticos. Acabamos hablando del máster de Casado. Vale.