LO VEO
Enric, o sea Enrique, me ha tocado la fibra, con perdón. El secretario de Empleo ha coincidido conmigo sin conocernos y sin habernos visto ni una vez en esta miserable vida de “ora e labora”.
Propone una semana laboral que ni siquiera Carlos Marx se hubiera atrevido a promocionar. Es el cielo en la tierra. Es “currar” 3 días de nada y entregarnos a Sodoma y Gomorra los cuatro días restantes.
Enric, o sea Enrique, estoy contigo o con usted, a elegir el tratamiento.
Lo veo aunque confieso que dada mi edad y condición ya no llego a “tastar” esa profecía post capitalista.
Es valiente porque si en algún momento esperaba, en estas horas de listas sangrientas en la legislatura que se nos viene encima aunque no queramos, una posibilidad final, un “per si de cas” de puertas giratorias ha quemado sus naves en aras de un futuro paradisiaco de justicia distributiva.
Conciliando a toda mecha se sabe que la familia que concilia unida jamás será vencida.
Solo el enemigo a abatir es el salario que perciba el llamado cabeza de familia.
Sépase que hoy no llega para comprarle un helado en los italianos, mientras concilia en el autobús-Grezzi, el 25, que le acerca a los humedales de La Albufera y a las cálidas y nostálgicas arenas de las dunas de El Saler.
De momento el patrono Rosell que fue de todos los empresario el jefe, dicen que ha sido tentado por Endesa para ocupar un puesto de esos que dicen que son importantes; esos puestos sí que ayudan a conciliar.
La lucha contra el capitalismo salvaje no debe enfriarse y ahí tenemos el pacto de Toledo que se ha ido a la “merde” y eso que conciliaba poco. Han sido las fuerzas del mal personificadas en reclamarlo todo y no obtener nada de quien puede darlo. Estrategias de partidos noveles.
Honor y Gloria para Enric, o sea Enrique, que ha tenido la valentía de poner el dedo en la llaga de la necesidad de la redistribución de los recursos de una forma más justa y adecuada al hombre.
He aquí un idealista que a lo bonzo ha sido capaz de lanzar al aire una mascletá que ha superado para mí la del sábado en La Marina. Lo veo. Ha sido un brindis al Sol de un poético contenido. El vuelo del fénix.
Que nadie diga que el secretario de Empleo no ha propuesto nada.
Con permiso me voy a conciliar.