MI VECINO HERNÁN
Llamo yo a Hernán Cortés por su nombre de pila ya que mi padre era de Medellín y cuando tiraba piedras a la estatua que hay en el pueblo no parecía molestarle. Creo yo que a Cortés hasta gustaba de seguir el juego a los niños.
En cierto modo estaba preparado para las pedradas y otras menudencias.
Me he enterado de que el actual presidente de México reclama que le pidamos perdón en general porque hace apenas quinientos años estuvimos por allí en una expedición militar con relativa poca gente unos 500, aunque yo creo que fueron algunos más.
Ya se sabe que siempre se exagera para uno u otro lado con tal de “pegarse el moco” que decían hasta hace poco los niños adolescentes -sin que esta afirmación sea un oxímoron (Figura retórica de pensamiento que consiste en complementar una palabra con otra que tiene un significado contradictorio u opuesto.
“la soledad sonora de la que habla san Juan en sus versos es un claro ejemplo de oxímoron”)
Se puede ser niño y ya adolescente y viceversa, es más yo conozco niños de 40 años y tan frescos. Yo mismo.
Al parecer cuando llegaron – dejo a quienes saben mucho de esto y se han empapado como mi admirado Pérez Reverte- había mucho azteca suelto y otros con nombres más difíciles y enfrentados entre ellos y vieron el cielo abierto al ver llegar a aquellos tipos a caballo y se liaron con Hernán.
Unos pelotas como siguen habiendo- (ver listas electorales)
Hernán no parecía tonto del todo y se alió personalmente con una señora – Doña Marina alias La Malinche de muy buen ver que le sirvió para tener un hijo y además de intérprete.
Puestos en la línea pedagoga copiar un trozo de Wikipedia no hace daño a nadie.
Hernán Cortés de Monroy y Pizarro Altamirano, I marqués del Valle de Oaxaca (Medellín, Corona de Castilla, 1485 – Castilleja de la Cuesta, Corona de Castilla, 2 de diciembre de 1547) fue un conquistador español que, a principios del siglo XVI, lideró la expedición que inició la conquista de México y el final del imperio mexica, poniéndolo bajo dominio de la Corona de Castilla —al cual se denominó Nueva España—.
Mi antiguo vecino era un tipo de habla armoniosa y gustaba de argumentar tanto que se dice, ya se sabe que siempre se dicen cosas, que produjo en Moctezuma un cierto síndrome de Estocolmo.
El que quiera saber más del asunto debe acudir a los numerosos textos que ilustran el asunto y acabo de leer que mi colega y, sin embargo, amigo, Vicente Climent se ha marcado un texto de Darwin sobre lo bien que lo hacíamos comparado, por ejemplo, con los ingleses en materia de colonizar.
El Sr. Obrador juega a ser nacionalista y pone en la misma bandeja al Papa. Pide que se pida perdón. Vale.
Con la misma urgencia de pedir perdón veo yo a los italianos que machacaron nuestras Médulas por el maldito oro y no tuvieron en cuenta al paisaje ni a los que explotaban las minas, también liquidaron a Viriato, un crack, que no era moco de pavo y luego a mayor abundamiento no recuerdo que nadie diga nada a Bélgica por el Congo, un territorio `propiedad de D. Leopoldo el Rey a título personal.
Se ha puesto de moda una nueva “leyenda negra”.
¿Se tiene una lista de solicitud de perdones?
Voy a ver si encuentro un recibo que tenía de mi madre cuando se le llevaron una máquina Singer en la guerra civil. No sé muy bien quién fue. Si A o B e incluso C.
Lo que está claro es que era una máquina muy bonita.
¿El Sr. Obrador tenía sangre azteca en su árbol familiar?
Con tanto escribir me he pasado de parada de autobús y hace calor y he leído que ahora el verano dura 5 semanas más. Puestos a pedir: ¿Alguien nos dará a los jubilados un plus por “la caló”?
Por cierto, el índice de criminalidad en el México actual de récord. Obrador ojo al dato.
Mucho gusto. –