LA VAGINA DE LA SRA. PALTROW DOÑA GWYNETH

        Gwyneth Paltrow agota la venta de las velas que huelen como su vagina,

        La actriz y empresaria Gwyneth Paltrow lanzó un producto cuya venta se ha agotado: una vela cuya fragancia floral huele como su vagina, pero los interesados en comprarla no deben desanimarse ya que podrán ordenarla pronto en la página de su compañía     (FUENTE AGENCIA EFE)

        Estando el personal más que harto de la investidura, de las juras ante el Rey, de los nombramientos, de los discursos de toma de posesión, de la especulaciones sobre si la ex ministra de Justicia la Sra. Delgado es o no apropiada para ser Fiscal general del Estado y de ver ,dicen, en todo ello al Maquiavelo Dr. Sánchez ,me inclino por la vida misma y por ciertas extravagancias que marcan una manera de entender las relaciones personales.

        La noticia que encabeza esta columna alcanza, al precio de 75 dólares la vela, el rango de fetiche.

        Un servidor ha visto a esta señora en la pantalla y no ha caído en la necesidad biológica de inhalar su perfume íntimo. Otros si, a la vista de que las velas se han agotado.

        Me pregunto y hago extensiva la pregunta a quienes manejan la ética matrimonial con perfección moral e incluso jurídica:

        ¿Nos encontramos ante un caso de infidelidad manifiesta y virtual?

        ¿Encontrar una vela con un extraño olor calificado como el de la Sra. citada es una prueba?

        Quién certifica que ese es el olor?

        No es baladí el tema. Recordemos algunas grabaciones, filtradas en su día, que hacían referencia al interés del príncipe Carlos (eterno heredero del trono ingles) por las compresas de su entonces amante (un asunto que no sirvió para desequilibrar a la monarquía que sigue manteniendo un 70 % de lealtad popular frente al 60% de la nuestra, dicen quienes saben de esto).

        Conozco un ginecólogo local que recibió una queja de un natural marroquí por haberle ” robado o quitado” el olor a hembra de su mujer, al obligarla a lavarse ante el “perfume” derivado de su exploración primera.

        Los animales del bosque se huelen antes y así identifican su estado de ansiedad reproductiva.

        ¿Es este el caso de los compradores de velas con olor vaginoso?

        Las feministas, a las que respeto hasta el infinito cósmico, ¿No verán en esto una “cosificación” de la mujer, una instrumentalización de su intimidad?

        He preguntado y muchas respuestas han sido “son unos guarros” refiriéndose a ellos y no han dicho nada negativo hacia la empresaria. Esta señora es una lista y lo que en su día, al parecer, empezó siendo unos consejos hoy es una empresa de más de 200 millones de pavos.

        Un mundo “cané” este. Prefiero el olor a jamón, aunque…no sé. Navego en el desconcierto.