VIEJOS E INÚTILES
Papel y digital
Por primera vez en la historia se ha producido un recorte en el gasto dedicado al pago de los más de 9,8 millones de prestaciones. Por primera vez en la historia se ha producido un recorte en esta partida de las pensiones. (Fuente: Las provincias)
Hasta no hace mucho los abuelos servíamos para quedarnos con los nietos desde por la mañana hasta el pijama de la noche ya cenados.
Venían a recogerlos, te daban un beso “gran velocidad” y dejaban caer una pregunta clásica ¿Cómo se han portado? y tú decías, siempre, bien, muy bien.
Para ayudar a la pareja porque trabajaban los dos; luego cumplías años y te hacían una fiesta llamada íntima y familiar, soplabas unas velitas y te cantaban lo del “cumpleaños feliz”, después venían unos aplausos y al rato se iban todos porque los nenes tienen que descansar.
Algún lector pensará que rozo el cinismo porque a él no le pasa eso. Enhorabuena.
Sin embargo ha surgido un fenómeno mortal que tiene su mayor incidencia en las personas mayores, cuanto más mayores más incidencia.
El virus ese se ceba más en los añosos y en las residencias ¿no están bastante protegidos? Se mueren, según las cifras, a raudales.
Como consecuencia de esas bajas mortales hay un efecto colateral muy peligroso conceptualmente y es que la necesidad de pagar pensiones ha bajado. Claro. Se han muerto.
Ya no hace falta el IMSERSO para esa función liquidadora, como en broma se ha dicho siempre.
Ya somos útiles pero seguimos siendo viejos. Son todos muy amables. Desde el financiero Soros y a alguno más que sugiere que la familia debe desaparecer. Mantienen la teoría de que el viejo no sirve para nada y por tanto debe ser retirado de la vida, bien mediante eutanasia o directamente por falta de cuidados frente al virus. Sobramos.
El Gobierno, que lo piensa todo, ha inventado los ERTES e incluso llega a pagarlos a algunos y cree que ahora los abuelos con salir a pasear a unas horas determinadas tienen bastante.
Los niños se los quedan sus papás que se los llevan a la cola de alimentos. Todos muy amables. Gracias Hienas.