DE LAS MANÍAS

Se dice que hay manías que no las cura el médico. Yo tengo bastantes y lo confieso- No soy como otros que dicen que es que están investigando y son unos cotillas de tres pares y si te descuidas te montan un programa de “socialités”- ahora lo llaman así- y se forran especulando sobre si la herencia de Paquirrin tal y su mujer cual.

Lo mío es más de andar por casa.

Me voy a detener en dos muy concretas. Las onomásticas que se dice en fino, o sea los santos del personal y las necrológicas puestas por sus deudos o sea por los que quedan vivos, que en ocasiones se lucen y les falta papel y si son familia numerosa ni te digo el papel que necesitan, pero allá cada uno.

En materia de santos estoy muy avanzado y ya no hago caso ni del bloque que se pega en la nevera con detalle del día y el tiempo que hará- en plan calendario, ni consejos parecidos a esos en corto de los chinos con augurios a los que no hago caso porque son chinos y están lejos- aunque ahora también estaban lejos con lo del COVID y mire usted lo que pasa.

Vuelvo al santoral. Pasado ya el parvulario de los calendarios, estoy ya en el final de mi carrera investigadora de santos, gracias a que el Vaticano tiene a mano un martirologio puesto al día.

• Algunos creen que cada día tiene un santo, pero no, inocentes criaturas, cada día tiene “un fum” de santos, más que días tiene el año. Veamos los de hoy.
• He consultado en un “per si de cas” conozco a alguien y si no felicito entra en barrena mi prestigio santero y la posibilidad de que el no felicitado caiga en manía hacia mí y me niegue el crédito que seguro que me hará falta si esto sigue así y el no felicitado fuera un banquero, o mejor un bancario, de nivel (no confundir a los banqueros con los bancarios que los hay rigurosos y muy atentos, por cierto). Concretemos. Veamos los santos del día de hoy: Azas (este no lo tengo seguro)
• Bárlaam
• Eudón de Le Puy
• Federico Jansoone
• Máximo de Cesárea
• Simón
• Matilde de Hackeborn
• ¿Qué? ¿Algún conocido?
• Yo tengo mis dudas acerca de Federico, pero me despista lo de Jansoone y el de Simon por el señor que sale todos los días y nos dice que la curva va bien y cada día caemos – mejor caen- como moscas, sobre todo los de las residencias de mayores y en cuanto a Máximo solo me acuerdo del Máximo de la película de Gladiator. Son cosas de los recuerdos.
• Acabo de darme cuenta del espacio consumido y todavía me quedan las necrológicas. Es un asunto triste sobre todo para el que se muere, así que me lo salto. Si acaso un apunte. Es ese en el que el muerto no es él sino ella y sus deudos, por si acaso no se acuerden los que lo leen, hacen referencia al marido que fue de la viuda.
• Yo espero que eso se acabe porque en honor de la igualdad de género( lo de genero siempre me ha parecido un asunto botánico  y prefiero decir sexo, con permiso de la Sra., Ministra Montero que defiende la curiosa teoría de que el sexo es una cuestión de voluntad de elección ,al margen de la biología, lo que me hunde en el pensamiento de saber de dónde coño -con perdón- han sacado a esta ilustre moza…y es que creo que vamos a menos, con permiso del llamado “ministerio de la verdad” que lo mismo cree que vamos a más) Un lío. Con esto último he salido del paso con ilustrar mi manía de las necrológicas.
• He cumplido conmigo y al tiempo invito al honorable lector a que identifique sus manías y así entretanto se distrae y nos olvidamos del jodido toque de queda- aunque hace tiempo que no salgo por la noche y me acuesto casi como las gallinas- y el riesgo del confinamiento que pende sobre nosotros. No sé cómo acabar esta columna.
• Ya lo sé.
• Ahora que está de moda querer cambiar la Constitución, por ejemplo, diré, como hicieron decir a Fernando VII, aquello de “caminemos por la senda de la Constitución” y a la altura de las Cortes, un poco antes, hizo variar el curso de su real carroza. Se dicen e inventan tantas cosas.