DOÑA MARTA

Es el caso que yo me perturbo con una doble visión. Me refiero al caso de Doña Marta Ferrusola la esposa del otrora President de la Generalitat catalana- Desafortunadamente a sus 85 años un forense, a petición del juez y a instancias del abogado defensor, ha sido examinada y se ha deducido de ese examen que su capacidad cognitiva está deteriorada en un grado bastante como para impedirla declarar en torno al affaire Pujol en el que bailan cifras de mareo.

Viene arrastrando un suave Alzheimer pese a que, se cita textualmente no se ha observado en el reconocimiento “algún tipo de alteración conductual, manteniéndose tranquila durante todo el reconocimiento llevado a cabo”.

 Por tanto, me conduelo por esa triste circunstancia y ruego por su estabilidad y mejoría. Este diagnostico venía ya “coleando” debido a sendos reconocimientos privados y estos días se han recrudecido como consecuencia de una caída en el ámbito doméstico, contribuyendo con ello a agravar su estado.

“Patrimonio desmedido” de “actividades corruptas”.

Hay otra visión la amparada por su participación en el proceso de enriquecimiento de su extensa familia donde ella, dicen las crónicas, se hacía llamar “madre superiora” en sus comunicaciones a la banca andorrana donde, dicen, se guarda una importante cantidad de dinero que en principio debería regularizarse…aunque no he oído nada al respecto…aunque cada día mi dureza de oído resulta alarmante.

Ahora, será la Fiscalía la que deba pronunciarse sobre el archivo de las actuaciones respecto a Ferrusola que reclama su defensa, antes de que el juez Santiago Pedraz acuerde la decisión definitiva, que previsiblemente -y a la vista del informe- llevará según fuentes jurídicas al sobreseimiento de las actuaciones, lo que apartará a la esposa del expresident del banquillo.

En su auto de procesamiento, el juez José de la Mata afirma que la familia Pujol Ferrusola aprovechó “su posición privilegiada de ascendencia en la vida política/social/económica catalana durante decenios”, entre 1992 y 2014, “para acumular un patrimonio desmedido, directamente relacionado con percepciones económicas derivadas de actividades corruptas”.

Un ladrillo más en la red de perdón posible. No lo entiendo.