El ganador, el señor Camps, parece que busca a un@ que sepa de Hacienda o de Economía o de las dos cosas aunque por separado. Todos buscamos, ya se sabe.
El quién soy, de dónde vengo y adónde voy es común a todos, aunque a muchos se les adivine de dónde vienen, adonde se dirigen y desde luego, y como factor consecuente, quienes son.
Ahí tienen ustedes el caso de Zapatero -que no es nuevo en esta plaza columnaria- que empieza a tragar con el pacto de la llamada Eurozona y vuelve a arremeter con el tema de la productividad y el salario combinado, en un coctel que dinamita los convenios.
¿Qué opino yo? Qué Merkel tiene razón. Lo digo por si acaso, «Mein frau». Ya sé que tengo que repasar mi alemán. Nunca es tarde, Fhurer.
Buscar un expert@, sostengo yo, en materia tan sencilla como Hacienda no es cosa compleja; sin temor a meterme con los economistas iconos, que siempre van por detrás de los acontecimientos y cuando se equivocan echan la culpa a las variables.
Yo lo he visto en mi casa siempre e incluso en la de otros y era que la madre tenía muy claro el monto de ingresos mensuales y lo que había que gastar y obtener un extra era cosa de reunión y consenso. Era lo que mi madre decía.
Digo yo que para esto de la Administración Pública la cosa no es tan difícil como nos la quieren pintar. Uno sabe lo que va a ingresar y se queda por abajo por un «si acaso» y luego solo se gasta lo que uno puede y si hay un interventor que lo coteja, lo somete al microscopio del detalle mejor y si luego hay que pedir un poco de dinero para ese jardín o escuela, se tienta mucho la ropa y piensa que luego hay que pagarlo. Buenos días.