
El joven Andrés y su familia, junto a la piscina donde se habilitará un acceso adaptado en Daimús. / Juantxo Ribes
//
Andrés tiene 14 años, sufre distrofia muscular y gracias a un juez podrá hacer uso de su piscina. Este adolescente podrá nadar o chapotear como todos sus amigos a raíz de una sentencia que obliga a sus vecinos a instalar un elevador en el recinto acuático que le permitirá acceder sin la ayuda de adultos.
Por fin el chaval se podrá bañar.Tener que llegar al juez es una vergüenza.No todo el mundo es igual.En mi caso y gracias a los vecinos se ha podido hacer llegar el ascensor hasta el nivel del suelo para poder acceder a la calle mediante el uso de una silla de ruedas. Gracias, por tanto. No todo el mundo e igual y aquellos que sufren discapacidad han de notar que no estar en Botswana suponiendo que allí lleguen a mayores y tengan piscinas. Imponer la solidaridad se ve que es un asunto, a veces, de la Justicia.!Que le vamos a hacer. Me alegro por el chico y por su padre…y por el resto,claro.Buenos días.