Basta andar por la calle y comprobar cómo hay zombis con los ojos atados a los pies que no serían capaces ni de reconocer a sus padres si se cruzaran con ellos. Viajo poco en metro o autobús, pero los periódicos, libros y conversaciones animadas han dejado paso a pantallas centelleantes, inmensos auriculares que convierten […]