Aún ando acongojado con el tuit que hace unos días envío la amiga tuitera @analopezct, y que rezaba así…
Ostras. Google ha patentado el ruido de fondo en las conversaciones de teléfono para enviarte publicidad http://www.geekwire.com/2012/google-patents-background-noise-phone-calls-target-ads/ Creo que me dan miedo!
En el propio tuit que acabo de reproducir anda el enlace de Geekwire, una web especializada (mucho más que este humilde blog) en estos misterios de la tecnología. Para los duchos en la lengua de Shakespeare, ahí está el enlace, o el dibujo de aquí abajo a la derecha (¡¡clarísimo!!). Para los que no lo ven claro, he aquí un resumen… En esto del espionaje, los chicos de Google ya tienen experiencia: los ‘appleadictos’ ya lo sufrieron en sus carnes. Pero ahora resulta que los chicos de Google, no contentos con ser ya amos y señores del mercado publicitario desde hace años, de hacerse de oro con el gratis total de colgar las noticias que a todos los plumillas nos cuestan teclas, sudor y casi lágrimas o de clavetear un poco más la ya de por sí apretada caja fúnebre del periodismo (aunque saldremos de esta, no sé si al tercer, al cuarto…., o dentro de un millón de días, ¡pero saldremos!)… Decía, no contentos con todo esto, ahora resulta que se disponen a espiar nuestro ruido de fondo para saetearnos luego con anuncios en base a esa información.
Que no cunda el pánico… El dispositivo que parece haber patentado Google para este fin, de momento solo es efectivo en Estados Unidos. Allí es donde funciona el teléfono de 411 de información de Google (algo así como los 11888 y similares de España). Y su funcionamiento, según señala la mencionada web de tecnología, es absolutamente infalible. Un ejemplo: pongamos que John llama desde la final de la Superbowl al 411 para preguntar por un restaurante italiano cerca del estadio al que acudir a cenar. Las infalibles antenas de Google se activan. El sistema escucha el griterío de la gente, los ánimos a alguno de los dos equip0s, quizás la característica música que acompaña al punto de alguno de los dos equipos y, ¡voilà! La demoníaca máquina detecta que nos encontramos en un partido de fútbol americano y, por arte de birlibirloque, minutos después empezamos a recibir en el móvil o en nuestra cuenta de Gmail, publicidad relacionada con este deporte. Y así con el ruido de fondo de un concierto musical, de un parque infantil, de una exhibición canina….. ¡Aterrador!
Vale que el extremista asesino de Toulouse fuera detenido por una simple dirección de IP. Por supuesto: que viva el estado policial cuando de nuestra seguridad se trate (y en su justa medida, claro). Pero esto de Google suena ya a espionaje puro y duro, a rebuscar si hace falta hasta en nuestra basura con tal de endosarnos una dosis de publicidad. Son las artes del “líder de la piratería”, como ya dijera Rupert Murdoch. Aunque aquí valdría aquello de ‘la viga en el ojo ajeno’… 😉
Merece la pena escuchar esta entrevista a Julian Assange, el adalid de Wikileaks (pulsar CC en el video para ver subtítulos en español). No solo opina de los ardides de Google. Assange define Facebook como “la máquina de espionaje más terrible que se ha creado nunca”. ‘Casi na’…. O esta otra frase:
Todo el mundo debería entender que cuando añaden a sus amigos en facebook, están haciendo el trabajo gratis a las agencias de inteligencia de EE. UU. para construir esas bases de datos.