No lo dice este humilde bloguero. Ni es una afirmación de ciencia ficción. Lo dice un organismo de los serios, serios. Europol. “Antes de que acabe el año (o sea, mañana, como aquel que dice) se producirá en el mundo el primer asesinato online”, es la cita que viene a recoger un informe del organismo policial europeo de hace menos de un mes. Es la principal consecuencia de la llamada Iot. O lo que es lo mismo, “la Internet de todas las cosas” (Internet of Things son sus siglas en inglés. O, más traducido aún, Internet hasta en la sopa. Es la consecuencia de que hoy (o pronto) las neveras estén conectadas a la red para hacer la compra directamente cuando falta un producto, que haya usbs hasta en las cafeteras y que no tardarán en extenderse zapatillas deportivas con wifi para registrar online la kilometrada que cada uno se calza e incluso tuitearla con sólo un golpe de talón. El mundo enredado por la red.
Pero, guasas y críticas a parte, lo de las muertes virtuales, como se llama esto, no es precisamente de broma. “Deberíamos tomarnos desde ya la ciberseguridad en serio. Nos puede ir la vida en ello”, advierte Miguel Ángel Juan, socio fundador de S2 grupo, firma valenciana puntera en España en la materia (con una plantilla de 135 profesionales y una facturación anual que roza los 6 millones de euros).
El informe de Europol no exagera. “Puede ser que un hacker manipule a distancia un marcapasos conectado a la red y modifique su modo de funcionamiento, puede que altere un dispositivo de administración de medicación de una UCI. O puede incluso que se trate de un sabotaje a una planta de depuración de agua, alterando las proporciones de los productos químicos usados, y que la catástrofe sea aún más grave”, puntualiza Miguel Ángel Juan.
La conectividad de todo cada vez más presente en nuestras vidas explica la llegada de esas muertes online de las que alerta Europol. Que se lo digan a Dick Cheney, exvicepresidente de Estados Unidos y que llegó a apagar el wifi de su marcapasos al recibir el servicio secreto norteamericano información de un posible ataque de hackers al ‘corazón del mandatario’. La historia hasta inspiró un mítico fragmento de la no menos mítica Homeland.
“Una CPU de bajo coste, que pueda dotar de una funcionalidad básica a una prenda de vestir, al mando a distancia de la TV o a unas zapatillas, está ya en el entorno de los 50 céntimos y bajando. En cuanto a las redes, las WiFis son cada vez más abundantes y hasta los hoteles empiezan a darse cuenta de que la conectividad es un servicio que sus clientes consideran básico. Y, donde no hay WiFi, hay cobertura telefónica”. Y donde hay redes, llegan los piratas informáticos. Los delincuentes de la red. Los asesinos virtuales de los que alerta Europol. Tengan cuidado ahí fuera. O mejor, aquí dentro…..