Tarde de tributos. De la pluma Gil Roncales a la aguja de Dolores Cortés
Yo quiero tener un millón de amigos como decía la canción de Roberto Carlos y a fuerza de acudir de homenaje en homenaje tengo la sensación de que lo conseguiré. Y dentro de unos años todos ellos se reunirán para rendirme un tributo. Espero que sea similar al que se celebró ayer en honor a la pintora, pensadora y poeta valenciana Jacinta Gil Roncales.
«Valiente y comprometida» fueron sólo algunos de los adjetivos que se utilizaron para describirla en la sala El Dorado, local en el que se reunieron poetas, pintores y algunos amigos de la artista como Antonio Martínez i Ferrer, Mauricio Vidales, Hermelinda Rasal (Tierra Dulce), Carmen García Albero, Lola Pérez o Ángeles Valero.
Todos ellos coincidieron en alabar su valentía y coraje, teniendo en cuenta que durante la España franquista fue perseguida y encarcelada por su compromiso social y artístico. Y lo hicieron en una distendida tertulia en las que sus poemas y su pintura fueron las principales protagonistas.
La doctora Carmen Ballester Mateu fue la encargada de introducir, con una charla, la vida de la artista, y la actriz y rapsoda Olga Ramos, que tampoco se quiso perder el acto, recitó parte de su poemario ‘Espadas de Arena. Crónicas Poéticas’.
Jacinta no pudo asistir, pero estuvo presente en todo momento a través de una entrevista en vídeo que se emitió durante el homenaje. Las anécdotas de su vida y obra pusieron el toque nostálgico a la velada, narradas en primera persona.
Más de uno tuvo que contener las lágrimas de emoción al ver a Jacinta que, a sus 93 años, y con grandes dosis de humor, recordó cómo conoció en Madrid a Vicente Aleixandre y cómo sus grandes ojos azules la cautivaron.
Todos los congregados allí tenían una anécdota que contar sobre Jacinta, bien porque la hubiesen vivido a su lado o fruto de la admiración hacia ella. Por un momento parecía que, si cerraba los ojos, me encontraba en el famoso Café Gijón de Madrid, mítico lugar de encuentros literarios y de reunión de intelectuales.
Y así, con esa sensación, salí del local, y paseando por la acera recordé lo maravilloso que sería que, algún día, aunque sean mis compañeros de ‘cuadrilla’, nos reuniéramos para darnos todos mútuamente un cariñoso y sentido homenaje.
Exposición
Un recorrido por la memoria y el tiempo
Sin apenas tiempo de tomar ni un café abandono el local de la calle Alzira y pongo rumbo al Carmen para hacer otro recorrido por la memoria y el tiempo; de la realidad al deseo, tal y como decía el gran Luis Cernuda. En el Punto del Carmen se inauguraba ayer una exposición que propone a todos aquellos que vayan a tomarse una copa un viaje por los sueños. Y lo hace con una gran variedad de artistas de siete nacionalidades distintas que no han querido perderse esta oportunidad.
En la inauguración de la muestra, que podrá verse hasta el 15 de diciembre, me reciben el director de El Punto del Carmen, Jorge López, y el comisario de la exposición, Francisco Carpio, que han logrado reunir en Valencia el trabajo de Cécile Decorniquet, Miguel Fukutomi, Lola Guerrera, Lori Hepner, Päivi Koskinen, Alicia Moneva Moreno, Oliver Roma, Claudia Romiti, Motohiro Takeda, Phillip Toledano, Curtis Wehrfritz y Vanessa Winship.
El traje de baño, esa prenda fetiche
Y de arte a arte, y tiro porque me toca. Pero esta vez, al arte de la moda, del traje de baño y de su evolución con el paso del tiempo. Dolores Cortés, y Dolores Font Cortés, madre e hija y creadoras de la famosa firma de baño Dolores Cortés, inauguraron ayer en Vilareal, en el Museo de la Ciudad Casa Polo, una muestra sobre cómo habían evolucionado sus creaciones. El resultado, espectacular, tal y como lo muestran las imágenes.