Velada con Tchaikovsky
‘El lago de los cisnes’ reúne en el teatro Olympia a valencianos con ganas de disfrutar con el ballet
Como en un cuento de princesas de esos que salen en los libros de lectura infantil. Así me sentí ayer cuando me dirigía al teatro Olympia donde el Ballet de Moscú representaba, en una única función, el famoso ‘Lago de los cisnes’, de Tchaikovsky.
Montada en el coche, y en dirección a la calle San Vicente, iba pensando en cómo me hubiera gustado ser, por un instante, Odette, la reina de los cisnes, tener un príncipe azul como Sigfrido que me protegiera, vivir en un palacio y bailar y bailar vals durante toda la noche. ¡No me negarán que como sueño éste no está del todo mal!
Nada más llegar al teatro me sorprende la gente que se agolpa en la entrada, totalmente iluminada y navideña, engalanada para la ocasión.
Mucho traje chaqueta, taconazos, abrigos, algunos de ellos de piel. ¡Qué poderío! Mucha etiqueta y peluquería, pues la cita lo requería.
Y es que se han hecho, ni más ni menos, que más de un millar de representaciones de este espectáculo y más de 60 giras por todo el mundo, entre las que destacan, además de España, China, Taiwán, Italia, Suiza e Inglaterra.
Por delante del Olympia no paran de desfilar coches. A pesar de ser lunes, y comienzo de semana, la gente tiene ganas de disfrutar en compañía del director artístico Timur Fayziev, que presentaba una de las piezas más exitosas de su extenso repertorio de ballet clásico y de los coreógrafos Lev Ivanov y Marius Petipa.
Se acercan las navidades, y la programación se la ciudad también lo nota. Así que, voy a ir desempolvando mis abrigos y mis trajes de gala para acudir a todos estos tipos de eventos musicales, que sino una desentona con el ambiente.
Y allí, pensando en lo arregladísima que va alguna gente a los ballets de Navidad, y en lo que gustaría ponerme un tutú y unas mallas, y hacer unas cuantas piruetas encima de un escenario, veo que la sala se llena. Entre los bailarines Katerina Bortiakova, Akhzol Mussakhanov y Anton Shalin, y sus estilizados cuerpos, destaca la presencia de muchas familias con niños pequeños. Todos dispuestos a pasar una tarde en el ballet. Entre ellos, también se han interesado por acudir la periodista Lola Johnson con sus hijos y Rafa Ridaura.
Y como en cualquier historia, todo tiene su final y la velada concluye. Nos veremos en el próximo escenario. Mientras tanto, «colorín colorado, este cuento de cisnes, príncipes y princesas se ha acabado».