Möet & Chandon y Gucci presentan sus novedades en la joyería de Antonio Romero
Esta semana no pude evitar disfrutar como una niña con zapatos nuevos de los dos exclusivísimos eventos que Antonio Romero organizó en su joyería. Uno de ellos estuvo relacionado con Moët & Chandon y el otro con la firma Gucci.
La primera sesión de lujo la compartí con Javier Monedero, gerente de Dicoval y con Xavier Monclús, enólogo del grupo Louis Vuitton Möet Chandon en una cata en la que estuvo presente un selecto grupo de 30 clientes. Entre ellos, el propietario de la inmobiliaria Rimotgo, Francisco Ribes; el constructor Vicente Vallés; el representante de fútbol Alberto Toldrá; Társilo Piles, presidente de la Fundación Valencia CF; el exministro Antonio Asunción; Cuchita Lluch; el director general de Audi, Santiago Francés; el ganadero Miguel Guillén; el abogado Diego Elum o el notario Jorge Cano. Allí, entre confesión y confesión, probamos Möet Brut Imperial, Möet Brut Rose, Möet Gran Vintage 02 y Möet Gran Vintage Rose.
Pero, aquí no acabó todo. Antonio Romero nos tenía preparada otra gran sorpresa. Y es que su joyería da para mucho, créanme.
Con el recuerdo de las finas burbujas del champagne aún en mi paladar, llegó el momento de la segunda cita. Esta vez, con la alta joyería de Gucci, que no es moco de pavo.
De nuevo el joyero fue el anfitrión del evento, junto a la manager de comunicación de la firma, Nathalie D’Orange. Aupada de puntillas entre la multitud vi la nueva colección Bamboo o la línea exclusiva Icon e Icon Stardust, con las GG entrelazadas grabadas en oro blanco, negro, amarillo o rosa y rodeadas por diamantes blancos, negros y marrones o por zafiros rosas.
Hubo muchas caras conocidas como la de Maribel Vilaplana, María Abradelo o Paco Nadal, deportistas como el ciclista Fernando Escartín e invitados de la talla de Nidita Guerrero, condesa de Berbedel y presidenta de UNICEF, el abogado Jesús Bonet, el pediatra Carlos Paredes, las hermanas Roig o Toni del Campo y su mujer Amparo Ferrando.
Por cierto, esta última fue la mujer más envidiada de la tarde. Se llevó a casa un colgante de la firma que se sorteó entre todos los asistentes. ¡Qué suerte!