Una gala homenaje reúne en el Alameda Palace a más de 400 peluqueros valencianos
Cortos, largos, asimétricos, atrevidos, hiper lisos, sueltos, recogidos… Y de colores, ni hablamos. El Alameda Palace acogió una gala homenaje, organizada por la Cooperativa de Peluqueros de la Comunitat, donde el pelo fue el gran protagonista. Primero en los asistentes, más de 400, que, como buenos artistas del tinte y la tijera, lograron controlar que ni un sólo cabello acabara fuera de su sitio. Y después, en las modelos que desfilaron ante el público con verdaderas obras de arte sobre la cabeza.
A la entrada al restaurante me encontré un precioso piano negro de cola (de esos que tocaba con tanto afán el mítico pianista Pablo Sebastián, en ‘Cine de Barrio’), propiedad del establecimiento, y con José Ramón Martínez, vicepresidente de la Cooperativa de Peluqueros de la Comunitat. Él fue quien me puso al día y me llevó al backstage donde pude ver, en primera línea de fuego, -siempre quise usar esta expresión-, cómo se elaboran peinados de auténtico vértigo. Para que se hagan una idea; al lado de estos estilismos los exhuberantes tupés de Amy Winehouse se quedan en una mera anécdota. Algunos de ellos, con kilos y kilos de laca y postizos, tardaron más de tres horas en tomar forma. «¡Incluso hay creaciones que necesitan un día entero para crearse!», me aseguró José Ramón.
La gala comenzó con los agradecimientos del vicepresidente de la cooperativa, y continuó con la presentación de las modelos por parte de José Madrid, director artístico de la misma, a quien la noche le deparó una gran sorpresa; un homenaje por parte de sus compañeros de profesión. Como entenderán, las lágrimas no se hicieron esperar.
Por la pasarela negra que se instaló en medio de la sala pasaron creaciones de peluqueros de la talla de Marina Grup; Xesco; Juan Ferrer; Dorita y Nuria; Fina Gómez; Isidro José; Amparo Dolz; Gustavo Pardo; Pilar Moreno; Inma Anémona; Ángeles y Dani; G.V.S. Grup; Ana Duro; Silvia Santos; Arkadio; Mila Lozano y Mabel Cáceres. Se pudieron ver peinados de novia, otros inspirados en arlequines o gheisas y algunos indescriptibles a la par que espectaculares.
La fiesta culminó con otro desfile, el del equipo técnico internacional de Revlon, y con una suculenta cena.