El diseñador recibe la medalla de socio de honor del gremio de sastres y modistas
Hoy me ha dado por ponerme nostálgica. El acto al que acudí ayer me hizo recordar cuando era joven y las fiestas que me pegaba al acabar el curso. Aún me acuerdo cuando iba a la facultad. ¡Menudos años! En una de aquellas vino a visitarnos el periodista Màxim Huerta, padrino de mi promoción, que nos brindó, con un arregladísimo tupé (¡cómo vuelven las modas!), un bonito sermón sobre el mundo del periodismo al que todos poníamos atención con los ojos bien abiertos.
Por ello, y haciendo honor a aquellas mariposillas que me rondaban aquel día por el estómago asistí a la graduación de la duodécima promoción de alumnos de la escuela del Gremio de Sastres y Modistas de la Comunitat Valenciana en el salón de actos del Jardín Botánico.
El invitado al acto, como no podía ser de otra forma, fue el diseñador Lorenzo Caprile, padrino de la promoción y uno de los modistos fetiche de la Princesa de Asturias, Letizia Ortiz, al que recordarán, seguro, por ese magnífico traje de gala rojo intenso que la mujer del príncipe lució en el bodorrio de Federico de Dinamarca y Mary Donaldson. También que fue el creador del vestido de novia de la infanta doña Cristina y restauró en 2003 el traje de novia de la reina Fabiola.
Caprile, con camisa azul y pantalones vaqueros, fue el protagonista de la tarde. Nada más entrar en la sala y frente a unas butacas ocupadas por los 20 alumnos que se graduaban junto a sus familiares y amigos, fue nombrado socio de Honor del Gremio de Sastres y Modistas de la Comunitat Valenciana, cargo que también ostenta Elio Berhanyer, momento que se apoyó con unas palabras del también diseñador y Maestro Mayor del Gremio Valetín Herráiz, que me sorprendió con una floreada camisa que puso un poco de alegría al vestuario de los presentadores.
Valentín, en el momento de imponerle a Caprile la medalla de plata de San Vicente Mártir, patrón de Valencia y del gremio (que el madrileño no se quitó del cuello en ningún momento), destacó su faceta como uno de los modistas más prestigiosos y reconocidos de España. Algo que también recordó durante la presentación Fran Tochena, director de la escuela y vicepresidente del Gremio.
Una vez concluyó la imposición de la medalla, que agradeció Caprile, este apostilló: «No me gusta que me llamen diseñador, prefiero el término modista, y no modisto porque… ¿Vosotros decís taxisto, dentisto o electricisto?» y comenzó la ronda de preguntas por parte de los alumnos donde se habló del futuro de la profesión, de cómo comenzó él en esto de la moda, de sus retos profesionales o de su fascinación por la indumentaria valenciana.
Mañana miércoles, los protagonistas serán ya los propios alumnos, pues en el salón de actos del centro de artesanía tendrá lugar la entrega de diplomas.