Una pareja de lujo
Durán y Rolex se unen en un nuevo espacio en Valencia y lo celebran por todo lo alto
Estábamos condenados a encontrarnos», me dijo ayer Gonzalo Durán, director de marketing de la emblemática joyería que lleva su apellido. Y no, no se refería a él y a mí y a nuestra entrevista en plan peli romántica (no vayan a pensar mal), sino a la unión de ésta, que nació hace ya 125 años de la mano del bisabuelo de la saga, Pedro Durán -proveedor de la Casa Real desde 1899-, con Rolex. Porque tengo que contarles algo: Durán inauguró ayer una nueva tienda en Valencia, en su milla de oro (calle Poeta Querol, 10), donde la famosa firma relojera cobra especial protagonismo con un espacio propio con servicio técnico. Y lo hizo a lo grande, con una fiesta social que más tarde les contaré.
Una curiosidad: Desde que finalmente ambas firmas se «encontraron» y hasta que lograron abrir la joyería aquí han tardado sólo… ¡cuatro meses y medio! Bueno, y qué tienda. Un espacio de 130 metros cuadrados, diseñado por Ujo Pallarés, en el que se combinan, acertadamente, la modernidad y la elegancia clásica con unas paredes forradas de papel, piel y unas láminas especiales que llegaron el pasado sábado desde París, monísimas. José Tolvar, de Rolex, me contó feliz que, con esta, ya estaban en tres zonas emblemáticas de la ciudad (Ayuntamiento, calle Colón y Poeta Querol).
En las vitrinas de este espacio conjunto lucen las últimas tendencias y novedades. Por parte de Durán, diamantes de pureza premium y diseños contemporáneos de piedras preciosas y semipreciosas de colores. Rolex aporta sus nuevos modelos, tanto de caballero como de señora, presentados este año en Basilea.
Pues bien, aquel templo del lujo fue ayer, en su inauguración, un hervidero de gente. Además de algunos miembros de la familia Durán como Alfonso Durán, director de la firma; Juan Miguel Albarracín, director general del grupo o Inmaculada Albarracín, directora de comunicación, entre otros, también estuvieron presentes representantes de la empresa Rolex así como el relojero de la casa, Ignacio Olmos.
Todos ellos y más rostros conocidos como Mónica Martín Luque, Mayrén Beneyto, Álex Vidal, Francis Montesinos, Paco Nadal, Maribel Vilaplana y María Abredelo, entre otros.
Los encargados de poner, con su catering, el toque de sofisticación (aún más si cabe) a la noche fueron los chicos del grupo El Alto.
Se sirvieron cócteles de color verde con Blue Curazao, zumo de naranja, vodka y cava, imitando el color corporativo de Rólex. Y otros de color dorado, que representaban a Durán. Y si esto no les parece lo suficientemente divertido lean esto: Hubo esferas de foie dorado y manzana; tubos de ensayo con agua de tomate y lingotes de oro (y chocolate) como postre.