María Aleixandre, Lourdes Verdeguer, Ana de Miguel y Carmen Damiá Serratosa. / BELÉN ALEMANY

Un cogollito de la sociedad valenciana se reunió para apoyar a Ana de Miguel (Anita, de forma cariñosa), quien organizó un  showroom de lo más chic para presentar la colección de ropa Otoño-Invierno 2014 de su firma byanina. Y allí que fue menda, para no perder detalle de nada. A mi llegada (creo que fue la primera vez en mi vida que encuentro sitio para aparcar a la
primera en la calle Poeta Querol) me recibieron los padres de la diseñadora; Ana Barrachina y Luis de Miguel. Ambos aguantando estoicamente en la calle las primeras ráfagas de viento frío del tardío otoño. La propia Ana fue, durante unos minutos, mi cicerone. Con ella paseé por los diseños y llegué hasta Anita, su hija, concentrada en que todo estuviera perfecto antes de que aquello se llenara de gente. Junto a ella, Paloma Martínez, la otra mitad de la firma. Ambas se conocieron en Londres, me contó Ana, y el «buen feeling» les hizo unir sus talentos.

Con una botella de agua en la mano y un palito de hojaldre en la otra, comencé a deleitarme con sus creaciones, juveniles y con mucha frescura, inspiradas en la moda londinense de los años 60. Durante unos minutos allí sólo estaba yo, persuadida por algodones, crepes, sedas, gasas… Hasta que el revolotear de un perrito (mascota de Lourdes Verdeguer, de la tienda Patos, donde se organizó el evento) y el sonido de los primeros tacones por el parqué me pusieron en alerta. Los invitados comenzaron a llegar y aquello se quedó pequeño. Vi a la diseñadora de joyas Salomé Corell, con la que hablé de nuevos proyectos, y a Carlos Llobet, quien me recomendó algunos restaurantes y zonas de copas que se han puesto de moda en Valencia. Vamos, que me organicé
un finde gastronómico de ‘rechupete’. Porque les diré una cosa: yo, de entrar en la cocina nada de nada. Sólo para calentar la cera en el microondas.

Y así, como un torero a portagayola, los vi llegar a todos (entre picoteo y cháchara). Sin apenas poder moverme, entre la multitud y la distancia, acerté a ver a Carmen Vilarrasa; José Carlos de Miguel y Constanza Aliño; Toni Ballester; Carmen Ferraz; Inmaculada Maicas; Liana Ríos; Fina y Santiago Rodríguez Sola; Esperanza Palop; Teresa Alonso; Paula Sendra y Juan Llamas Centelles.
Por cierto, también estuvo por allí María Consuelo Pérez Calvo, mamá de Paloma, que lució un ‘look’ byanina, como no podía ser de otra forma.
A mi derecha, grupos de radiante y monísima juventud: Toti y Coté Corbín Barberá; Lucía Payá Serratosa; Paula Lucas; Marta Morera; Consuelo Tomás Gil; Nuria Boira; María y Paula Aleixandre; Paula Grau de Miguel; Nuria Calaforra; Elena Tramoyeres; Almudena Catalán; Rosa Ortega y Ángela Quilez, entre otros muchos.