La Real Academia de Bellas Artes inaugura el curso 2010-2011
Aunque la mayoría de escolares comenzaron el curso hace dos meses, hay algunos que vuelven a las aulas con retraso. Es el caso de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, que inauguraba ayer el curso académico que corresponde al 2010-2011. Ellos se lo pueden permitir, en esta escuela no hay exámenes ni evaluaciones. Ni clases de matemáticas o de sociales. El objetivo de esta institución es otro, contribuir de manera eficaz a la custodia y salvaguarda de las obras de arte de la Comunitat.
Así lo recordó ayer Román de la Calle, presidente de la Academia, encargado de abrir la sesión. «Hace ahora 242 años que nació esta institución», indicó el profesor. Acto seguido echó la vista atrás (que es bueno a veces) para ofrecer una mirada histórica y nostálgica de la institución.
No había pupitres ni pizarras ni tizas, pero en el salón de actos donde se celebró el acto se respiraba un ambiente similar al del inicio de curso de cualquier escuela. Con la alegría de reencontrarse con los compañeros tras las vacaciones.
Tocaba el turno de pasar lista y dar un caluroso recibimiento a los nuevos miembros, entre ellos, la pintora Aurora Valero, la escultora Amparo Carbonell o el del músico César Cano.
Javier Delicado, secretario general de la institución, tras la lectura de la memoria del pasado curso académico 2009-2010, repasó las donaciones recibidas y dio la bienvenida a las nuevas incorporaciones.
También hubo un reconocimiento a todos los fallecidos, entre los que se nombraron a Salvador Soria, Lluis Planes y Mario Monreal.
Clase de arte para comenzar. Antonio Tordera, catedrático de Teoría e Historia del Teatro de la Universidad de Valencia, realizó el discurso inaugural, con unas palabras que tituló ‘El diálogo de las artes en el escenario europeo del siglo XVIII’. Y el resto de compañeros asistieron atentos a esta primera sesión.
Nadie tomaba apuntes, ni repasaba libros, ni preparaba chuletas. Las cosas en esta Academia funcionan de otro modo.
Entre los asistentes reconozco al pintor, muralista y escultor Francisco Sebastián Rodríguez, al escultor y pintor Enric Maestre Estellés y al historiador José Ramón Cáncer Matinero.
La Real Academia de Bellas Artes de San Carlos se compone de 31 académicos numerarios con voz y voto y se estructura en las secciones de Pintura, Grabado y Dibujo; Escultura, Arquitectura, Música y Artes de la Imagen.
Un caluroso aplauso despide el acto y pone fin al acto inaugural. Hora del recreo. En esta Academia en lugar de patio hay un impresionante claustro por el que da gusto perderse. Estuvo antes en la Universidad de Valencia, pasó por el Convento del Carmen hasta llegar al San Pío V, donde se aloja ahora la institución.
Allí me quedo absorta mirando las esculturas y pinturas, las lápidas, sepulcros y escudos familiares. Envuelta en Historia.
La sirena me indica que es hora de regresar a clase y reunirme con el resto de académicos que celebran ya el inicio del nuevo curso escolar. Veremos qué tal se nos da.