Diseñadores y joyeros muestran su cara fraternal en la cena benéfica de la ONG AMSUDAN
Cuando se trata de tender una mano a quien lo necesita, Valencia se vuelca. Y no lo digo por decir. De hecho, doy fe de ello.
El ejemplo lo encontré ayer en el restaurante Alameda Palace, donde se celebró una cena benéfica con el fin de recaudar fondos para la construcción de un colegio para 800 niños en Sudán. Curiosamente, la escuela se llamará ‘Ciudad de Valencia’.
La organización corrió a cargo de la ONG AMSUDÁN, que en la cena estuvo representada por el presidente de la Junta Nacional, Juan de Orbaneja, conde de Jordana, y una de sus miembros, Anna Gamazo, esposa de Juan Abelló.
Así que, en pleno brote benéfico, me calzo mis zapatos, me pongo mi vestido (con la intención de no desentonar entre la ‘society’, que será lo más probable) y corro. No vaya a ser que llegue tarde y me pierda el desfile de solidarios que se iban a dar cita esa noche en el restaurante.
Cargo mi cámara de fotos, pongo la libreta en el bolso y me aseguro de llevar algún bolígrafo encima. Más de una vez he tenido que pedir prestado uno porque no lo he encontrado. ¡La culpa de todo la tienen estos bolsos, que cada vez los hacen más grandes!
El restaurante estaba decorado para la ocasión. Las mesas tenían una temática africana y la puesta en escena había sido elaborada por interioristas, floristerías, anticuarios y joyeros valencianos. Llevaban la firma de diseñadores como Álex Vidal, Francis Montesinos, Presen Rodríguez o Luis Rocamora, o de joyeros como Antonio Romero, interioristas como Antonio Salinas o floristerías como Carolina Cots, entre otros muchos más. La lista podría seguir con unos 30 nombres. Enhorabuena a todos.
Entre plato y plato, y sin perder bocado, la noche transcurrió con una rifa, en la que se sortearon varias joyas y unas cuantas obras de arte: Un anillo nudo trenzado de oro blanco de Antonio Romero, un collar de perlas de Giménez Joyeros, un reloj de mujer de Armando Martínez o un broche de plata y marquesitas de la joyería Yanes. Hubo una proyección con imágenes de la construcción de la escuela, que ya se ha puesto en marcha.
También colaboraron con sus obras pintores como Carmen Grau, Felicia Puerta, Francisco Sebastián, Javier Chapa u Oracio Silva.
Lo cierto es que me fue imposible contar, una a una, las personas que había en el local. Pero así, tirándome a la piscina, debía haber unas 300 personas.
Entre ellas, además de los diseñadores, joyeros e interioristas, Antonio Romero y señora, Mª. Teresa Monzonís y marido, Mª Carmen Martínez Colomer, Carlos Pascual y Mariel Vicens, Josep Lozano, Álex Vidal y Raquel Chillida, Marian Yanes, Mayrén Beneyto, Amparo Chordá, Pura Gomis, Vicente Simó y Amparo Margarit.
Ya lo ven, no hay nada mejor que comenzar el año siendo solidario. Así que, si se animan apunten el número de cuenta; 0065/0052/39/0001022851. Eso sí, no olviden indicar en concepto ‘Ciudad de Valencia’.
Premios a la gastronomía
De canapé en canapé y del restaurante Alameda Palace al Vuelve Carolina, de Quique Dacosta. El motivo, la entrega de los premios anuales de la Real Academia de Gastronomía de la Comunitat Valenciana.
Los galardonados de este año han sido el Restaurante Arrop, como mejor restaurante de la Comunitat; José Antonio Navarrete de Quique Dacosta Restaurante, como mejor Sumiller; Jacob Torreblanca de Paco Torreblanca, como mejor pastelero; al Aceite Masía el Altet, como mejor producto; La Taberna del Gourmet, premiada bajo la categoría ‘Otra forma de comer’; a Alfredo Alonso de Rías Gallegas, como personalidad gastronómica, y por último, se llevaron una mención especial por su 125 aniversario, las Bodegas Vicente Gandía.
Los galardones fueron repartidos por algunos miembros de la Real Academia de Gastronomía de la Comunitat como Cuchita Lluch, presidenta; Rafael Ansón, presidente; Francisco Martínez Boluda, vicepresidente; Lourdes Reyna, miembro de la Junta; Gema Amor, Directora General del Patronato de Turismo de la Costa Blanca y Gerardo Camps, vicepresidente de la Generalitat.