Adorar a Carmen Lomana, leer ‘Vogue’ y twittear para ser el más trendy
Anoto en mi moleskine, misión: elaborar el decálogo del ‘moderneo’. Como no quiero escribir de oídas, mi investigación se centra en el nuevo templo de Valencia Fashion Week, que no crearon ni los romanos ni los griegos sino Santiago Calatrava. En el Ágora descubro el primer principio: un moderno siempre acude a cualquier cita que una el nombre de una ciudad (Milán, París, Roma, Madrid…) seguido del término ‘fashion’. Segunda norma: ama los desfiles sobre todas las cosas. Y en este grupo figuran los periodistas Maribel Vilaplana, Alberto Herrera, Eduardo Yanes, Patricia Gallo y Jordi González. Los cinco repitieron después de cumplir con la pasarela el miércoles. A esta lista se sumaron ayer Sergio Alis y Josemi Rodríguez. Dios los cría y la moda los junta.
Tercera máxima: santificarás a Carmen Lomana. Desde primera hora se corrió la voz de que la protagonista de ‘Las joyas de la corona’, de Telecinco, acudiría al Ágora. Y así fue. Lo hizo en el desfile de Álex Vidal. En ese momento, todos los presentes se convirtieron en ‘lomanistas’. La empresaria saludó a Mayrén Beneyto, la presidenta del Palau de la Música, y a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Lomana colgó en el armario el traje de fallera (menos mal). Cambió el fresa y oro por el negro y gris. La reina de los flashes charló con la mujer de Álex Vidal, Raquel Chillida, y se dejó fotografiar por sus fans.
Cuarto mandato: no tomarás el nombre de Anna Wintour en vano. Y a falta de la diablesa que viste de Prada, el de Yolanda Sacristán, la directora de ‘Vogue’ España, que se dejó caer por el Ágora. También se acercaron al final del río Turia la directora de la Ciudad de la Luz, Elsa Martínez, y la consellera de Turismo, Belén Juste.
Premisa número cinco: utilizar complementos visibles, muy visibles: ya sean gafas, bolsos, gorros, zapatos y, por qué no, cámaras réflex (con objetivos fotográficos cual paparazzi).
El sexto mandamiento: codiciarás los bienes ajenos, sobre todo las prendas de los diseñadores ‘cool’. El público que acudió a los últimos desfiles de la tarde, Higinio Mateu y Álex Vidal, cumplían esta máxima.
Principio número siete: honrarás a los peluqueros. Una firma de cosmética francesa popularizó la frase «porque yo lo valgo». Pues eso, bajo el trencadís azul hay mucho porque-yo-lo-valgo. Pero el experto en tijeras, tintes y lacas es Tono Sanmartín, que abandonó el backstage para saludar a la secretaria de Educación, Concha Gómez, y la directora del IVAM, Consuelo Císcar.
Máxima octava: Creerse modelo. Mandamiento noveno: tener un blog de tendencias, twittearlo todo y nutrir tu facebook de fotos a través de instagram. Último principio: distinguir entre moderneo y petardeo. Escribiría las siete diferencias entre uno y otro concepto pero, lástima, se me han agotado las páginas de mi moleskine.
El decálogo del moderneo se autodestruirá una vez leído.