Modesto Lomba no presentó colección pero quiso asistir a los desfiles. María Castro no es modelo aunque percha no le falta. El Ágora tiene tirón, no hay duda

Bien podría ser este el título de la película sobre la vida de algunas adictas a los trapitos y complementos. O el titular que muchos, y yo a la cabeza, le pondrían a esta última jornada de pasarelas de Valencia Fashion Week. Concretamente, todos aquellos que no se perdieron ninguno de los desfiles, que desde el miércoles, llenaron el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de tendencias y que ayer concluyeron, a lo grande, con el desfile de Miquel Suay.

Siempre se dice que lo bueno también llega a su fin: Como las películas románticas en la que los protagonistas se enamoran, o que tu cantante favorito acabe su concierto con tu canción preferida, o que un libro te sorprenda con un ‘the end’ espectacular. Y eso fue lo que ocurrió ayer. Entre los rostros invitados, no hubo mejores madrinas para poner punto y final a tres días de desfiles que Carmen Lomana, que repitió día, que no modelito. ¡Menuda es ella! Y la guapa y delgadísima actriz María Castro, que acudió acompañada por el también actor Guillermo Barrientos.

La Lomana  llegó para ver la ropa del diseñador Guillermo del Mar, que participó en la Zona D. Eufórica, la reina del papel cuché no dudó en mover su divino cuerpo al son de las canciones de The Baseballs, que pusieron el toque rockabilly al momento. Cual Rihanna y su canción Umbrella, Carmen no dudo en tararear la famosa letra del paraguas.

De una diva de las revistas, a una joven actriz que está triunfando en televisión y en el teatro. Y, la verdad es que no hay color. Me quedo con María Castro. Mucho más sencilla y muy simpática. A la moda, la actriz llegó con unos jeans y una camisa a cuadros roja. Su mejor complemento, una maleta de viaje con forma de coche y de charol roja de la película ‘Cars’. «Es de mi sobrino», me comentó sonriente cuando le pregunté por su original portaequipaje.

Sin perder comba, y volviendo al redil (sala de prensa), me encuentro con Modesto Lomba ¿Qué hará aquí? ¿Será la sorpresa de la próxima Valencia Fashion Week?, me pregunto. Iba caminando con Álex Vidal, y como esa estampa no se me podía perder, ¡foto al canto!

El siguiente en pasar por delante de mis ojos, y ¡bendita la hora!, fue el presentador Miguel Ángel Tobías. Su perfecta sonrisa, ese pelo Pantenne, esa percha. (No puedo evitar que de vez en cuando salga a la luz mi lado más albañil. ¡Qué le vamos a hacer! Sólo me faltó lanzarle un «guapo» al pasar por mi lado) Es como uno de esos rostros televisivos que no pierde con el tiempo, sino que mejora.

Pero el colofón lo pusieron el artista JARR, los periodistas Ximo Rovira y Sergio Alis y Carmen Alborch, con un estupendo abrigo blanco. Todos ellos, divinos de la muerte, para apoyar con su presencia a Suay.

Y colorín, colorado, esta pasarela se ha acabado. Adiós a todos, y hasta que nos volvamos a ver en la próxima. Echaré de menos a los fashionistas.