Luis Alfonso de Borbón se arranca por sevillanas en su visita a Nuevo Futuro
Quién me iba a decir a mí que algún día vería a alguien de la nobleza contoneando sus caderas encima de un escenario. A mí y a todas las voluntarias que ayer se encontraban en el rastrillo benéfico Nuevo Futuro. ¡Olé, olé y olé!
Todo comenzó cerca de las dos del mediodía a la altura del número 93 de la avenida del Puerto (nuevo emplazamiento del rastrillo) con la llegada de los duques de Anjou, Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas. (Ambos pagaron religiosamente la entrada, ¿qué se creían?)
El matrimonio es muy amigo de Amparo Corell, baronesa de Alacuás y relaciones públicas de la cita benéfica, y fue ella la que les invitó.
A su llegada, un tumulto de gente alabó la belleza de la pareja y no dudó en acercarse a ellos para hacerse una foto. Y ellos posando y aguantando el tipo como auténticas estrellas.
La primera parada de la mediática pareja fue en el puesto de marroquinería. «Venimos a apoyar el rastrillo. Valencia es una ciudad que nos gusta mucho», dijo él custodiado por su mujer que calzó unas botas con un taconazo de esos capaz de desestabilizar a cualquier mujer menos a las afortunadas que saben dominarlos como Ana Obregón o Victoria Beckham.
La siguiente visita fue al puesto de M.ª Ángeles Suárez y Geni López. Estas dos voluntarias, que llevan colaborando en Nuevo Futuro desde el principio, le explicaron a una atentísima Margarita cómo elaboraban de forma artesanal los peucos, los faldones o los gorritos para bebés. A continuación tocó el turno del arte y la visita al rinconcito de Maity Moróder, lleno de esculturas, pinturas o grabados cedidos voluntariamente por artistas valencianos de la talla de Ripollés, Antonio de Felipe o Miquel Navarro. Pero si hubo un momento estelar y divertido fue la llegada de los duques al tablao flamenco ‘Las arrinconás’, de Esther Mortes, Paloma Picardo, Carmen Guillém, Geni Torres, Paz Aparicio y M.ª Carmen Quero Martínez.
Allí, Luis Alfonso no se pudo resistir a la petición de baile de las flamencas que lo recibieron a su llegada. «¿Quieren que baile?» ¡Pues toma baile! Entre el público, su mujer y el diseñador Valentín Herráiz. Ahora cojo la manzana, ahora la muerdo y luego la tiro. Y entre medias un giro en plan torero. ¡Qué arte!
Y después de ver tal despliegue de vueltas y palmas, no me fui sin probar suerte en la tómbola benéfica de Gloria Hernández, Inma Badía, Mimi y Chusca Puigmoltó, Bebel Larrauri y Chelo Reig. Y mira por donde me tocó una camiseta…¡Menuda suerte! Y con ese buen sabor de boca me despedí sin antes prometer que volveré antes del domingo 27, día en el que el rastrillo cerrará sus puertas.