Ya es hora de ponerse en marcha … Después de este verano tan estupendo, en el que he tenido la oportunidad de disfrutar de mi familia, de mis amigos y del running en plena naturaleza, toca ponerse de nuevo las zapatillas de competir. En estos meses las he dejado un poco de lado, excepto por algunas citas imprescindibles como Gilet, Albuixech, Emperador y nuestro Gran Fondo de Paterna.
Con mucho pesar por no haber acudido a algunas de las carreras que eran fijas en nuestro calendario, hemos preferido tomárnoslo de otra forma, entrenando a diario, pero a nuestro aire, sin presiones ni tiempos, sólo lo que nos ha pedido el cuerpo. Quizás por este motivo, junto con el “merme post tratamientos”, no esté en mi mejor estado de forma. Pero todo esto no importa, porque he aprendido a disfrutar de otra manera …
Después de lo acontecido el año pasado, mis prioridades han cambiado. Tenemos que aspirar a ser felices, creo que es el objetivo primordial en la vida, la búsqueda de la felicidad, aunque la forma de alcanzarla sea distinta en cada uno de nosotros.
Este año, mi propósito de año nuevo era vencer a la enfermedad. Curiosamente, los primeros días los tuve que pasar en casa, con mis nenes, “gracias” a las secuelas de la última sesión de quimioterapia, que fue realmente la que peor llevé por el efecto acumulado de las 15 anteriores. Fue como tocar fondo para de nuevo rehacerme y olvidar aquel mal trago. Después llegaría la operación, y aunque no tenía miedo, deseaba que llegara el momento de eliminar de mi cuerpo aquel bicho definitivamente, así que cuando salí del quirófano, rápidamente me desperté y les indiqué a los celadores que me sacaran, quería ver a mi familia, a mi amor … y huir del hospital. Recuerdo que me sentía aliviada y feliz, casi como cuando salí del paritorio con mis hijos bajo el brazo, con la tranquilidad de que todo estaba bien … No es la misma sensación, pero en mi interior había paz.
Mi siguiente objetivo de este año era el de recuperarme y llegar en forma a la Carrera de la Mujer de Valencia, la que por caprichos del destino había ganado el año anterior .
El proceso fue bastante rápido, aunque a mí, y a David, se nos hicieron eternos aquellos 23 días en los que no pudimos practicar deporte alguno. Me operaron el 22 de Febrero (cumpleaños de mi hermana “Miri “) y la carrera era el 17 Abril, así que teniendo en cuenta los días que estuve parada, solo disponía de un mes para reiniciar el entrenamiento y recuperar sensaciones.
Reportaje Moisés Rodriguez Plaza
Sinceramente, iba un poco justa, pero como ya he dicho anteriormente, mis prioridades han cambiado, no iba a competir, solo quería revivir por las calles de mi barrio, la Malvarrosa, aquella carrera, que sin pretenderlo, me había cambiado tanto la vida. Correría con mis 4 hermanas (aunque una de ellas, Silvia, que la hizo con mis dos sobrinos, no puntuara por ser la categoría sólo de 3 hermanas), con mis chicos que me esperaban en meta y con mis padres, que aguardaban con emoción nuestra llegada …
Carrera de la mujer Valencia 2016
Sin querer, durante los meses de tratamiento, me convertí en abanderada de la lucha contra el cáncer, así que corrí en representación de aquellas mujeres y hombres que luchan contra esta enfermedad sin rendirse, con actitud positiva y disfrutando al máximo de la vida.
Esta circunstancia nos llevó a plantearnos participar en la Carrera de la Mujer de Madrid. Además, visto el triunfo de Valencia, donde quedamos primeras en la categoría 3 hermanas, pensamos: “¿por qué no?, las hermanas López al poder”, y aprovechando que Mónica reside allí desde hace varios años, nos embarcamos en esta nueva aventura …
También en esta ocasión hubo triunfo de “Las López”, o mejor dicho de “Las Serrano”, como nos apodamos en esta categoría, en homenaje al gran club que tanto se ha preocupado por mí durante todos estos años, y además estábamos viviendo una experiencia inolvidable. Esta segunda carrera nos hizo plantearnos completar el Circuito de la Carrera de la Mujer, que consta de 8 pruebas, pero nos topamos con nuestra limitación económica, ya que los desplazamientos no eran precisamente cortos (Vitoria-Gasteiz, Gijón, A Coruña, Sevilla, Zaragoza y Barcelona). Este año, me he podido dar cuenta de que estoy rodeada de gente maravillosa que me quiere, entre ellos mi club Cárnicas Serrano y su fundador Blas Serrano, así como toda su familia (que me dieron el empujón definitivo a través de Alex Salvador) y la revista SportLife, en concreto, Yolanda Vázquez Mazariego, de quién surgió la idea original de esta carrera en 2004.
La conocí personalmente en Valencia y tras finalizar la prueba en Madrid, le comenté esta idea que nos rondaba por la cabeza. Le pareció una idea fenomenal que alguien como yo hiciera entender a las personas que están en mi situación que deben seguir adelante, sin que la enfermedad ni los efectos secundarios de la medicación quebranten sus ánimos. He de decir que Yolanda, que es una tía muy dura (aunque siempre llora en “La Carrera de la Mujer”) tuvo la genialidad de crear, con mucho esfuerzo y sacrificio, esta carrera sólo para mujeres, movida por la necesidad de que el sexo femenino se involucrara en el atletismo popular. Sus amigas reconocían que no participaban en ellas porque se sentían extrañas entre tanto hombre (como todos sabréis, hace 15 años, el porcentaje de mujeres era minoritario). Existe la idea equivocada de que es una carrera contra el cáncer y se critica la “poca” aportación que se destina a este fin respecto a los ingresos totales, pero todo depende del prisma desde el que se mire. Estamos cansados de ver carreras cada fin de semana, donde no hay aportación a ninguna causa solidaria, y sin embargo en esta carrera se destina no sólo a una, sino a varias (contra la violencia de género, la mutilación genital femenina y para proyectos de investigación contra el cáncer).
Pues es gracias al apoyo de mi tan estimado Serrano Club de Atletismo y a SportLife, que me he visto embarcada en este proyecto tan especial de recorrer España en coche para ser la cabeza visible de tantas y tantas mujeres que sufrimos esta enfermedad, por lo que partiremos rumbo a Sevilla por carretera, donde de nuevo me calzaré las zapatillas…