Muchos de vosotros pensaréis que nuestra capacidad de resiliencia es grande … y sí, yo también lo pienso. Pero esta cualidad no es innata a las personas, sino que se adquiere en determinadas circunstancias de la vida, sobre todo para asegurar la supervivencia. En estos dos últimos años, nuestra vida, la que creíamos casi perfecta, nos enseñó a estar siempre alerta y no relajarnos en la búsqueda de la felicidad … porque en ocasiones, lo que creemos que es ideal, es tan sólo un “estado de confort” que se puede mejorar … ¡y mucho!
Sé que suena muy duro, pero “gracias” a la enfermedad, he aprendido a no conformarme, a luchar por lo que quiero y dirigir mi camino hacia el sendero que me lleve a mí y a los míos a una vida plena … Cuando estás decidido, hay que hacerlo con determinación, ya que nuestra sociedad constantemente intenta darnos órdenes de por dónde debemos ir … o no.
A mí el cáncer me abrió los ojos … es curioso, y a la vez triste pensar, que desgraciadamente a muchos otros, como a mi suegro, se los cierra para siempre. Por este motivo, yo, que me considero una superviviente, me siento en la necesidad de transmitir mi experiencia, no sólo a aquellas personas que hayan pasado, pasen o vayan a pasar por la misma situación, sino a aquellas que sin darse cuenta pierden segundos, minutos, horas … de su vida, en banalidades que desvían su atención de nuestro objetivo final: “la felicidad”.
Por esta razón, y de nuevo agradeciendo ser tan afortunados de tener una nueva oportunidad para rectificar y dar un giro en los acontecimientos que parecían atropellarse en nuestras vidas, nos sentimos muy motivados para celebrar el final de una etapa. No os puedo decir que haya sido fácil, pero sí que nos ha hecho aprender a valorar lo que realmente importa … De esta manera, gracias a algunas circunstancias que se antojaron casualidades y que parecían que nos iban empujando, y a toda la ilusión que conlleva cerrar la peor etapa de nuestras vidas, empezó a definirse la sombra de un proyecto precioso …
En el mes de Diciembre, gracias a mi amiga Yolanda Vázquez Mazariego, me presenté a un concurso de Bridgestone: “Persigue tu sueño, supera los obstáculos”, donde buscaban historias de superación y financiaban proyectos personales … Nosotros, en nuestra solicitud, indicamos que nuestros sueños eran, que me reconstruyeran el pecho, ¡algo que ya se ha hecho realidad!, y por otro lado, participar en el Maratón de Nueva York. Sé que parece casi un tópico, un sueño muy común en cualquier corredor, pero nuestro deseo iba más allá de la simple ilusión runner … Mi madre, Connie, es americana, nacida en Nueva York, concretamente en el barrio de Queens, y precisamente lleva 42 años sin pisar su ciudad natal … ¿casualidad?, es posible, pero es una más de las muchas que nos iríamos encontrando por el camino. Otro gran aliciente era que, mis nenes, podrían adquirir la doble nacionalidad, al igual que yo, pero para ello debían pisar suelo americano. Además, sería una oportunidad maravillosa para que conocieran a mi abuela Consuelo, y que ésta por fin pudiera conocer a sus bisnietos …
Por estos motivos, y a pesar de no ser seleccionada finalmente en el concurso, la idea del Maratón de Nueva York nos parecía una forma estupenda de celebrar nuestra nuevo capítulo. Fue entonces cuando la cabeza de David comenzó a trabajar … Es cierto que normalmente se celebran los aniversarios de cambio de década con especial énfasis, ya que esto nos hace sentir que nos alejamos cada vez más de nuestra juventud, pero en su caso, creo que la cifra de 42 es mucho más significativa. Él es un devorador de kilómetros, siempre le digo que algún día será ultafondista, pues su pasión por correr es desbordante … Justo el año que alcanzaba los cuarenta, había pospuesto su celebración al mes de Julio para hacerlo junto con sus amigos de Caudete, su estimado pueblo … Como todos sabéis, ese mismo mes me detectaron los tumores y ese cumpleaños nunca se llegó a celebrar. Este año, el 14 de Mayo, día de su 42 aniversario caía en domingo, y no en un domingo cualquiera, sino en el que se celebraba el EDP Vitoria-Gasteiz Maratón Martín Fiz, su gran referente en el atletismo.
Sumando coincidencias y tras comentarle la idea a un compañero del club, Javier Hinojo, otro gran apasionado de las carreras y los números, nos indicó que lo realmente original sería celebrar los 42 años y 195 días, que es la distancia exacta del maratón, lo cual David recibió con alegría, ya que coincidía con el Zurich Maratón Donostia el 26 de Noviembre … En resumidas cuentas, dos maratones en Noviembre, Nueva York y San Sebastián y uno más en Mayo, Vitoria-Gasteiz … Pero, ¿cómo íbamos a dejar de correr en Valencia, el Maratón de mi tierra, el que justo estaba preparando el año que me diagnosticaron y donde debutamos en la distancia? … ¡Pues una más en Noviembre! Dada la tesitura, esto comenzaba a tomar complejidad, y lo que inicialmente tenía como propósito celebrar el fin de la enfermedad, comenzaba a modelarse como un objetivo ambicioso, en definitiva … un RETO. No se le ocurrió otra forma mejor de prepararlo que participando en un maratón en cada mes natural hasta llegar a Noviembre. Y claro, para no dejarlo “a medias”, seguir con la secuencia hasta cerrar el círculo donde empezó … en Vitoria-Gasteiz, el 13 de Mayo de 2018. En definitiva, 15 maratones en 365 días, justo el periodo comprendido entre sus 42 y 43 años. Con todo este entramado en su cabeza se fue a contárselo a nuestro querido amigo Moisés Rodriguez, al que le pareció una idea estupenda, y no sólo no se la quitó de la cabeza, sino que le ofreció todo su apoyo. Esto fue el empujón definitivo para que reuniera el valor suficiente para planteármelo.
Cuando David me lo propuso, no pude hacer otra cosa que declinar su invitación … Era una locura que yo, que me había formado como entrenadora, defendiera una idea tan descabellada. Él por su parte, ya había configurado un itinerario de carreras que nos llevaría recorrer España … Me encontré con una situación un poco agridulce, mi negatividad y mi sentido común se confabularon para rechazar este bonito proyecto, pero por otro lado, David lo contaba con tanta ilusión … Además, en el momento de la proposición, me encontraba en plena fase de adaptación a mis nuevas plantillas, y mis piernas no me dejaban entrenar a pleno rendimiento, lo que me hacía reafirmarme aún más en mi postura … Fueron pasando los días, la idea seguía tomando forma y yo poco a poco, y gracias a una notable mejoría en el proceso, comencé a verlo viable. Las pruebas no las haríamos de forma competitiva, sino como rodajes a un ritmo cómodo … y excepto en el mes de Noviembre que haríamos 3, el resto de meses “sólo” participaríamos en un maratón.
Cuanto más lo exponía a amigos y conocidos la idea, más me imaginaba formando parte de ella. Fueron determinantes en mi decisión Gloria y Luismi de RUNNING CV. Cuando les hablé de la aventura que me había propuesto David les encantó y quisieron participar en el proyecto, así que definitivamente le comuniqué que contara conmigo ¿cómo iba a dejarlo sólo en este momento? … ¿no hemos defendido siempre nuestra unidad?. Él ha hecho muchos sacrificios por mí y se lo debía después de todo. Además me parecía una forma muy nuestra de concluir esta tormentosa etapa.
Y así comenzamos a negociar fechas, carreras, entrenamientos … Cada vez estaba más cerca, era más palpable, se empezaba a convertir en realidad, hasta que un buen día llegó la iluminación … “Esto va a dar mucho que hablar” pensamos, y siendo así … ¿por qué no le damos un carácter solidario? Y se nos ocurrió que habían dos causas de gran relevancia en nuestras vidas: “la lucha contra el cáncer”, la cual había abanderado durante muchos meses … y por otro lado, y puesto que David profesionalmente se enfrenta a diario a las adicciones de esta juventud que se corrompe, y lleva muchos años trabajando en proyectos de reeducación a través del atletismo, nos parecía buena idea recaudar también fondos para programas de prevención y deshabituación a las drogas …
De esta forma, y tras consensuarlo con Moisés y RUNNING CV , el 20 de Abril veía la luz el Reto42Kancer, un proyecto de solidaridad donde podríamos devolver parte del cariño recibido a todas aquellas personas que nos han apoyado durante tanto meses … Y lo haríamos a través de dos entidades muy cercanas, la AECC Valencia, que me ha acompañado durante todo este tiempo, con su subdirector Javier Llombart al frente, y la Fundación Diagrama, que trabaja con colectivos en riesgos de exclusión social, y de la que forma parte David.
En ocasiones, el estrés diario nos impide escuchar las señales que nos dirigen hacia nuestro destino anhelado, y firmemente creo que nosotros, en este caso, hemos sido capaces de prestar atención y escuchar. Así que, como dice el refrán: Si la vida te da limones … tienes que hacer una limonada …