El viernes vuelvo a Lobete. Parece mentira, pero llevo algunos días dándole vueltas. Después de muchos años siguiendo al Clavijo, acompañarle en el traslado al Palacio, verle crecer, a veces gozarlo y otras sufrirlo, me tocó la hora de irme y seguir sus pasos desde una prudencial distancia. Ya tocaba volver. El viernes me va […]