Es el mejor pasador de la liga, pero aspira a convertirse en una leyenda en los Celtics, la franquicia con más títulos de la NBA
Iluso, osado, egocéntrico, realista. Todo al mismo tiempo. Así se puede calificar a un hombre que se considera el mejor base actual de la NBA y, por consiguiente, del mundo, y que cuenta con acabar su carrera como el director de juego más importante de la historia de los Celtics, la franquicia que posee más títulos de la liga americana.
De lo primero, algo tendrían que decir Deron Williams, Crish Paul, Steve Nash o Derrick Rose. Algunos de ellos, incluso, le alejaron de las últimas versiones del ‘Dream Team’.
En la parte que corresponde a Boston, choca frontalmente con una camiseta con el número 14, ya retirada, que se enfundó durante muchos años Bob Cousy, la primera gran estrella verde. Los seis anillos y el MVP de 1957 de ‘Houdini’, junto con sus trece participaciones en el ‘All Star’ y sus diez inclusiones en el quinteto ideal de la liga, son un bagaje muy difícil de batir en cualquier comparación.
Rajon Rondo asume la confrontación como algo natural y está dispuesto a enfrentarse a cualquiera, se llame como se llame y sea de la época que sea.
De hecho, hasta la pasada noche peleaba por alcanzar a ‘Magic’ Johnson como el jugador con más partidos consecutivos repartiendo diez o más asistencias. Llevaba 37 y había igualado al eterno líder de los Utah Jazz, Jonh Stockton, y apuntaba al récord de 46 del mito de los Lakers.
Pero la racha se vio truncada de la peor forma posible, al ser expulsado tras agredir al ala-pívot de los Nets Kris Humphries en el segundo cuarto y quedarse con solo tres asistencias. Además, su equipo no encontró la solución a su ausencia y perdió ante los de Brooklyn (83-95).
No es el primer enfrentamiento del jugador formado en la Universidad de Kentucky en un partido. Dentro de la creciente rivalidad entre Boston y Miami en la Conferencia Este, el pasado octubre ya chocó con Dwyane Wade. Rondo realizó una falta muy fuerte, señalada como flagrante por los árbitros, a la estrella de los Heat, que aseguró que no respondió el ataque porque sus hijos estaban viendo el encuentro pero le advirtió de que en el siguiente choque evitara repetir la acción si no quería recibir una respuesta a la misma altura.
El mejor pasador
Pero fuera de estos brotes agresivos y los ataques de ego, el base bostoniano es, objetivamente, una de las figuras actuales de la liga y una de esas raras especies del mundo del baloncesto que son capaces de decidir partidos sin necesidad de anotar, como lo fueron Dennis Rodman en los Bulls o Ben Wallace en Detroit. De hecho, es solo la tercera opción ante el aro rival para ‘Doc’ Rivers, por detrás de Paul Pierce y Kevin Garnett, con apenas 12,9 puntos por noche.
Envuelto en el halo verde que desprende su franquicia, ha tenido la fortuna de caer en un momento ideal para que sus innegables virtudes destaquen por encima de las del resto y oculten sus evidentes carencias.
Su limitado tiro –no llega al 25% de acierto en los triples y apenas supera el 61% desde la línea del tiro libre en sus siete años en la liga– le habría causado muchos problemas en los tiempos en los que las capacidades ofensivas primaban sobre las defensivas y los bases hacían de conductores y artilleros.
En la competición actual, de grandes atletas y jugadores polivalentes, Rondo es un especialista. Uno de los buenos. Desde su posición en la pista eleva el ritmo del juego, tanto en defensa como en ataque, a niveles de exigencia máxima que pocos rivales pueden admitir. Y su visión de juego le ha convertido en el mejor pasador de la NBA, con el registro más alto de los últimos veinte años –12,9 asistencias por partido–, y suele sorprender con algunos ‘triples-dobles’ estratosféricos que aumentan su valor sobre la cancha. Sin embargo, el gran Cousy aún le mira desde la distancia.
Campeón. Consiguió el anillo de la NBA en 2008, ante Los Angeles Lakers.
Asistencias. Mejor promedio de la liga en la temporada 2011-2012, con 11,7.
All Star. Elegido tres veces (2010, 2011 y 2012) para el Partido de las Estrellas.
Draft. Elegido en el puesto 21 en 2006 por Phoenix Suns, que le traspasaron a los Celtics.
El base de los Celtics es expulsado ante los Nets y deja en 37 los partidos consecutivos con más de diez asistencias
Es el mejor pasador de la liga, pero aspira a convertirse en una leyenda en los Celtics, la franquicia con más títulos de la NBA