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Lunes, 26 de marzo. Pasadas las once de la mañana. Me suena el teléfono de la redacción. Descuelgo
J. B.: “Hola, ¿Héctor Esteban? Sóc Joan Baldoví, el alcalde más opaco de la Comunitat”
H. E. “Hola Joan, sí lo sé. Lo escribí yo”.
Tras las presentaciones, Baldoví y un servidor iniciamos una conversación sobre un artículo publicado un par de días antes titulado: “Baldoví, el alcalde más opaco de la Comunitat”.
El diputado de Compromís me dice que le podía haber llamado para que él diera su versión en la noticia. Le digo que no tengo por qué llamarle ya que me ciño a dos informes de la Sindicatura de Comptes oficiales y que dejan muy a las claras que el Ayuntamiento de Sueca no cumple con sus obligaciones en la entrega de cuentas.
Baldoví, hombre de moda por sus intervenciones en el Congreso, me dice que quiere “una plana igual para el próximo sábado” con su versión. Yo, educado, le digo que si me quiere mandar su opinión que lo haga pero que lo de la plana y el día ya lo decido yo, que no se moleste.
En nuestra amigable conversa, el diputado empieza a decirme que él paga a los proveedores y que cierra sus ejercicios con superávit. Yo le aplaudo, le digo que muy bien pero que en ningún caso pongo en duda eso. El artículo sólo pone en cuestión que Sueca hace años que no entrega las cuentas en tiempo y forma, sean buenas o no. Y no lo digo yo, lo dice el Síndic de Comptes, Rafael Vicente Queralt.
Me vuelve a preguntar lo de la plana. Yo le digo que eso lo decido yo.
Como ve que no prosperan sus argumentos, recurre al manido: “Es que LAS PROVINCIAS y tal y tal…ya sabemos donde estamos cada uno”. Me parece poco original y un argumento barato. Una rabieta hueca.
Nos despedimos con una abraçada.
Viernes, 30 de marzo. Suena el teléfono de la redacción. Es la secretaria de Joan Baldoví. Me envía un correo electrónico.
Título de la versión de Baldo: “Joan Baldoví, en defensa del meu nom”. Me quedo bocabadat.
En su argumentación, el diputado esgrime que él paga y la Generalitat, no. Que otros Ayuntamientos, como el de Torrent, también incumplen, y que él abona a los proveedores y que no cierra en números rojos. Muy bien, señor Baldoví, plas, plas. En el artículo nadie puso eso en cuestión.
Es cierto que su señoría reconoce que la Sindicatura “ha realizado diversas observaciones” al Ayuntaniento de Sueca. No lo niega. Pero Baldoví se presenta en su centrifugado de nombre como un mártir de la política: “Ara bé, jo he hagut de carregar y fer una faena que altres van deixar de fer al llarg de més de quatre legislatures”. Algo así como profe yo no he sido y la culpa es de los demás. Un chivato, vamos. Lo que obvia en “su nombre” es que él perteneció a una de las Corporaciones a las que apunta con el dedo acusador.
La versión del parlamentario de Compromís se publica el lunes 2 de abril en papel en LAS PROVINCIAS (página 23) con el siguiente titular: “Baldoví culpa a sus antecesores de la opacidad de las cuentas de Sueca”. Nada más lejos de la realidad
Pero como el Baldo quería que saliera el sábado 1 de abril en un plana, pues antes de que este periódico lo publicara ya colgó la arielita blanquedora de su nombre en su blog y allá donde pudo. En defensa del seu nom. Una de las cosas que más me llamó la atención es que en algún sitio en el que se dio cobertura al argumento defensor del diputado se puntualizó: “Encara que les explicacions de Baldoví no acabin de convèncer -realment no va lliurar els comptes municipals a la Sindicatura como era el seu deure….”
Si a alguien le interesa, en este enlace puede consultar el informe de la Sindicatura de Comptes fechado en 2011 que fiscaliza ¡tres años después! las cuentas de 2008 del Ayuntamiento de Sueca con Baldoví de alcalde.
Un apunte como detalle:
Y si alguien quiere investigar en el informe general, aquí lo dejo también con una pequeña pincelada de la cuenta general de las entidades locales:
Señoría, aquí abajo, puede dejar su comentario en defensa del seu nom.
Espero que sea igual de riguroso.
Una abraçada.