Una diputada, en secreto de confesión, ya había llorado en mi hombro su pesar: “Héctor, se hace imposible estar en el servicio de mujeres de Les Corts. Hay días que es insoportable”.
El desconsuelo venía provocado por el humo del tabaco. Algunas de sus señorías, enganchadas a la nicotina, han convertido el cuarto de baño en salón de té, pastas y cigarrito ilegal. Sin rodeos: un fumadero.
A la desconsolada señoría le dije: “Lo siento, no tengo pruebas”.
Pero el miércoles, día de resaca fallera, en un receso del debate me sirvieron la pista en bandeja.
Algún parlamentario optó por echarse un cigarrito en el cuarto de baño de hombres de Les Corts junto al hemiciclo. El que se hizo para dar servicio a la cafetería de lujo de 1,8 millones de euros. Un filter saboreado con el gusanillo de esa flagrante ilegalidad de fumarse un pitillo en un lugar prohibido.
Allí estaba el paquete de rubio americano. Estratégicamente colocado entre los rollos de papel higiénico. El ilegal, que se supone que se marchó a gusto, lo dejó olvidado ensimismado en alguno de sus placeres.
Las leyes están para cumplirlas y la realidad es que hay una norma que prohíbe fumar en los lugares de trabajo cerrados. Sus señorías, que deberían de dar ejemplo, se pasan la norma por el forro mientras otros pobres desgraciados como el propietario del Bar Rodrigo se ha visto obligado a cerrar el negocio cosido a multas millonarias. Aquí el vídeo del pagano.
En el Parlamento valenciano, como en otras sedes institucionales, nunca se ha respetado la prohibición de fumar. Presidentes y presidentas camparon a sus anchas en sus confortables despachos cigarrito en mano. Con la ley por montera. Se enchufaron entre pulmón y pulmón trujas y rubio americano.
Desde que entró en vigor la ley se ha fumado en despachos de manera compulsiva. Incluso la exdirectora general de la lucha contra la Drogodependencia en la etapa zapateril echaba humo como una posesa en su despacho de Les Corts a pesar de que la ley la aprobó su partido a bombo y platillo.
Es cierto que ahora, en el edificio nuevo de los grupos de Les Corts, el de los 11 millones de euros, el aire es más saludable.
Que se cumpla la ley. En toda su extensión. Y si la Policía Autonómica que custodia Les Corts tiene que dar parte, que no se corte y que lo haga. Una recetita de unos cuantos euros a nombre de algún diputado no vendría mal para dar ejemplo.
La norma es clara.
Ley de Medidas Sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco:
Artículo 7
Prohibición de fumar
Se prohíbe fumar, además de en aquellos lugares o espacios definidos en la normativa de las Comunidades Autónomas, en:
Sus señorías ya matan el vicio en el patio interior de Les Corts, junto al ficus, lugar de consenso, donde la nicotina une por encima de ideologías.
Por un Parlamento sin malos humos.
Para quejas a hesteban@lasprovincias.es y si tienes malos humos me puedes seguir en @hesteban15