“Esta va a ser la entrevista más larga de vuestra vida; os
pondré a prueba de formas que muchas veces le parecerán
injustas, humillantes e ilegales, y a menudo con razón”
Doctor House
¿Busca la clave del éxito?, ¿la fórmula mágica para ganarse los audímetros? Preste atención.
Invite a un famoso a su programa a propósito de la presentación de su último libro/peli/disco. Imprescindible que sea por un motivo serio. Con la excepción de Ana Obregón que puede ser convidada bajo cualquier concepto. Ella lo mismo queda bien para hablar de su biografía que de prótesis y aviones.
Una vez el famoso entre al plató, agasájele de todas las formas posibles. Déle las gracias mil veces por haber aceptado acudir a la televisión. Que quede claro que no se prodiga mucho por estos lares pero que ha querido hacer una excepción en esta ocasión. Así, todo el que mira la pantalla se percatará de que usted también es un ser respetable.
Recite a la audiencia todos los grandes triunfos de la estrella visitante, los que lo han hecho merecedor de una entrevista. Ha ganado dos estrellas Michelín, sirve. Se ha acostado con un torero, no sirve. Ha escrito un libro sobre la Guerra Civil, sirve. Ha escrito un libro sobre los amoríos de un futbolista, no sirve. Ha protagonizado una película con Almodóvar, sirve. Sale en ‘Sálvame’, no sirve. Está imputada en un caso de corrupción pero además ha editado discos importantes, no sé si sirve.
Vamos a publicidad. No cambien de canal. Siete minutos después regresamos y el invitado serio continúa allí. Gástele un par de bromas y así demostrará que su entrevistado, además de respetable y talentoso, es cordial y saleroso. Ha participado en un filme reflexivo y poético pero también es capaz de encajar un chiste. Esto le acercará al espectador.
Durante los próximos instantes repase su carrera y permítale hablar de su último proyecto. Procure que no se extienda demasiado no vaya a ser que se enfrasque en contar algo sugerente pero que sólo interese a un determinado público. Hay que captar a todo el target familiar. A ver si alguien va a creerse que esto es ‘A fondo’ o ‘La clave’ y haga zapping.
Una vez hemos dejado que el cantante/actor/escritor se explayase un rato, para compensar deberá someterle a alguna prueba ingeniosa o a un gag divertido con el fin de seguir humanizándole. Si es preciso ridiculícele un poco. Se lo perdonará porque está de promoción de su libro/peli/disco.
Si es cocinero plantéele un juego entre pucheros en el que deba adivinar sabores. Si en uno de ellos puede incluir algo con un regusto nauseabundo no lo dude, hágalo. Los espectadores se reirán mucho al ver al admirado invitado poner cara de truenos al degustarlo.
Si es deportista oblíguele a escalar un panel improvisado para alcanzar unos objetos en las alturas. Que se suba aunque vaya con tacones, falda o botas de cowboy. Con un poco de suerte quizá se tropiece y queda muy divertido también.
Si es cantante puede retarle a que entone sus temas al revés o en arameo o en chino. Puede ser desternillante descubrir que ‘Mírala, mírala, mírala, la puerta de Alcalá’ en orden inverso es ‘Alacla ed atreup al, alarim, alarim, alarim’ y en oriental algo así como 看着她,看着她,看着她.
Si es científico, economista o filósofo incítele a que cante. Así demostrará que si le sacan de lo suyo puede ser tan pringado como el resto de los mortales que en esos momentos estén viendo el programa.
Siga las instrucciones paso a paso sin saltarse ninguna y conseguirá un programa redondo. Y blanco, blanco. Eso sí.
Bienvenido a la entrevista del siglo XXI.
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