>

Blogs

Mikel Labastida

El síndrome de Darrin

Los discapacitados son invisibles

“Ni siquiera me duele, pero me pica un poco y las chicas se derriten viendo mi bastón”

Doctor House

 

 

Están ahí pero no se les ve. O no se les mira. Existen pero apenas se les nombra. Si aparecen hay quien disimula, otros sonríen con condescendencia. Nunca son el chico más popular de la escuela, ni el hombre de negocios con éxito. Rara vez encarnan al protagonista. Lo suyo, de ser, es el papel secundario.

Sobre guión, las sillas de ruedas son condenas; la ceguera es un castigo. La palabra autismo da miedo; Down provoca lástima; Rett suena extraño. El esquizofrénico asusta. El bipolar causa sospecha.

La discapacidad sigue siendo la gran asignatura pendiente de las series de televisión. Más de mil millones de personas viven en todo el mundo con alguna forma de discapacidad. Y, pese a la cifra, su representación en la pequeña pantalla es exigua. No son bien recibidos. Un informe señalaba el año pasado que sólo el 1% de los personajes regulares de las series generalistas de la televisión americana presentaban alguna discapacidad. El estudio se basaba en 647 personajes de las principales ficciones de cinco cadenas (ABC, CBS, CW, FOX y NBC). De ellos cinco eran discapacitados. Una cifra baja, casi invisible.

En Valencia se celebra estos días el festival 10 Sentidos, cuyo objetivo es hacer de la diferencia, una virtud. Muestra, a través de las artes escénicas, el trabajo de compañías en las que conviven artistas discapacitados con otros que “aparentemente” no lo son. Sólo aparentemente. Porque hay discapacidades menos evidentes, o más asumidas por la sociedad.

Para la televisión es un campo por explorar y abordar. Aunque no todo es tan negativo. Comienzan a abrirse delgados senderos esperanzadores. Pero queda camino. El objetivo: la normalización. Que la discapacidad deje de ser tratada en la pequeña pantalla con estereotipos o como un problema.

Geri Jewell padece parálisis cerebral. Fue la primera actriz con una discapacidad que interpretó en una serie de televisión (‘The Facts of life’) un personaje regular. Aunque su participación fue breve, 16 capítulos en tres años.

La discapacidad había sido antes incluida en las tramas, lógicamente. Uno de los roles catódicos más recordados es, sin duda, el de la pequeña Clara en ‘Heidi’, la dulce niña que vive en la casa a la que es enviada la protagonista y que no puede caminar. Su presentación no puede ser más lúgubre. “Su vida es muy triste, encerrada siempre en casa, condenada a una silla de ruedas”, afirma en uno de los primeros capítulos. “Cómo te envidio, tú puedes andar siempre que quieras”, le dice a Heidi al conocerla. El planteamiento pretende despertar la lástima. Clara, por cierto, pudo volver a caminar gracias a los ejercicios y al optimismo de Heidi.

 

 

Las recuperaciones milagrosas son habituales en las series. Fueron recurrentes en culebrones como ‘Falcon Crest‘ (Chase Gioberti) o ‘Dinastía‘ (Fallon Carrington) y en otros más contemporáneos como ‘Melrose Place’, donde Alison recuperaba la vista de repente. La constante siempre era la misma, se exponían unas condiciones de vida que se asumían como terribles (sordera, ceguera, parálisis) y después el espectador asistía al milagro.

 

Son algunos clichés que se han repetido a lo largo de los años, como señala un estudio de Discapnet. Tradicionalmente han existido dos tipos de discapacitados en cine y televisión. Por un lado, los personajes extraordinariamente bondadosos y llenos de inocencia (que así resultaban más dramáticos), como Mery Ingalls, la hija invidente de ‘La casa de la pradera’; o Corky, el adolescente de ‘A fuerza de cariño’. Por otro lado están los autodestructivos o malvados o que se victimizan. No hay que irse muy atrás para buscar ejemplos, Billy, en ‘A dos metros bajo tierra’, es un ser extremo que padece bipolaridad. ‘American Horror Story’ jugaba con la ‘intranquila inocencia’ que irradiaba el síndrome de Down de una de las protagonistas.

Otra manera recurrente de reflejarlos es como héroes, individuos extraordinarios que luchan contra lo imposible. Este recurso se repetía habitualmente en el cine y televisión posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando se multiplicaron los soldados en sillas de ruedas por haber defendido al país. Recientemente este tópico surgía en ‘Downton Abbey’ con el personaje de Matthew, quien, por cierto, también se recuperó milagrosamente.

 

En la mayoría de ocasiones la discapacidad era un lastre, un problema que debía desaparecer. Raras eran las ocasiones en que se dibujase como una característica más del protagonista pero que la trama principal no girase en torno a ella. En ‘Ironside’ el protagonista trabajaba como policía, es tiroteado y, como consecuencia, su espina dorsal resulta dañada y ha de usar silla de ruedas. Es cierto que los casos que el detective investiga centraban la trama, pero hay que recordar que lo hacía de manera voluntaria, ya que no pudo mantener su puesto debido a su discapacidad.

 

La paraplejia comienza ahora a tratarse con más normalidad en televisión, aunque principalmente a través de personajes secundarios, como Artie, de ‘Glee’, donde esta característica es relevante pero no exclusiva. Artie es un adolescente como los demás preocupado por conseguir sus sueños y el amor. En ‘Malcolm in the middle’ para el niño protagonista es un castigo acudir a casa de los Kenarban a jugar con su hijo, Stevie, puesto que este utiliza una silla de ruedas y padece asma crónica. Sin embargo, enseguida se darán cuenta de la cantidad de cosas que tienen en común pese a las diferencias. Otros ejemplos aceptables serían Kevin, el hermano mayor en ‘Joan de Arcadia’, o Jason, la estrella del equipo de ‘Friday Night Lights’.

 

En la televisión generalista la inclusión de personajes regulares con discapacidad sigue siendo excepcional. En ‘Parenthood’, el hijo del protagonista padece el síndrome de Asperger; en ‘Raising Hope’, la abuela de Virginia sufre Alzheimer; Albert, médico forense de ‘CSI’, lleva dos prótesis en las piernas; en ‘Urgencias’, la doctora Kerry Weaver necesitaba una muleta para desplazarse; en ‘House‘, el doctor se apoya en un bastón porque un infarto le hizo perder musculatura en la pierna, y en ‘Becker’, el mejor amigo del protagonista es ciego. Un caso especial fue el de John Locke, en ‘Perdidos’, al que la isla le ‘liberó’ de su silla de ruedas.

La aparición de cadenas por cable minoritarias y el boom de las series ha propiciado una mayor apertura al tratamiento de esta cuestión. Un buen ejemplo es el del hijo de Walter White, en ‘Breaking Bad’, que nació con parálisis cerebral, lo que le provoca algunos problemas para hablar y dificultades motrices para vestirse o caminar, pero las tramas nunca giran en torno a ello. 

 

 

Otros casos se pueden contemplar en ‘Homeland‘, en la que Carrie Mathison es bipolar; en ‘Weeds’, donde Silas, el hijo mayor de Nancy Botwin, se enamora de una joven sordomuda; en ‘L Word’, en cuya cuarta temporada se incorporó una profesora de artes sorda, interpretada por  Marlee Matlin, famosa por su papel en ‘Hijos de un dios menor’, o en ‘Covert Affairs’, que incluye un informático ciego. En ‘Alphas’ el personaje de Gary es autista, pero aquí se le dota de un poder especial, el de detectar y rastrear señales electromagnéticas.

 

Títulos de crédito: Para quejas, sugerencias y otras necesidades humanas mi correo es mlabastida@lasprovincias.es

Otro sitio más de Comunidad Blogs lasprovincias.es

Sobre el autor

Crecí con 'Un, dos, tres', 'La bola de cristal' y 'Si lo sé no vengo'. Jugaba con la enciclopedia a 'El tiempo es oro' imitando al dedo de Janine. Confieso que yo también dije alguna vez a mi reloj: "Kitt, te necesito". Se repiten en mi cabeza los números 4, 8, 15, 16, 23, 42. Tomo copas en el Bada Bing. Trafico con marihuana en Agrestic y con cristal azul en Albuquerque. Veo desde la ventana a mi vecino desnudo. El asesino del hielo se me aparece en cada esquina y no me importaría que terminase con mi vida para dar con mis huesos en la funeraria Fisher.


noviembre 2012
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
2627282930