“Quien tiene una buena mujer en casa no le hace falta el Google para nada. Porque la mujer lo encuentra todo, lo sabe todo”
Jaimito Borromeo
Habrá a quien el chovinismo le impida reconocer que la aparición el sábado por la noche de una corte de falleras en el nuevo programa de José Luis Moreno en Televisión Española acompañando a Francisco mientras cantaba el himno de Valencia fue un disparate sin sentido que daba una imagen arcaica y grotesca de la fiesta valenciana. Primero sacaron los caballos, a continuación los bailarines de breakdance, más tarde los pequeños ruiseñores, después los humoristas que hicieron bromas sobre tópicos de hombres y mujeres, y para rematar un grupo de falleras que dieron color al espectáculo. Olé.
Dos días antes TVE había realizado una criticadísima retransmisión de la Cremà en la que apenas se pudo ver cómo ardía el monumento ganador, los cámaras eran incapaces de atinar con los planos, y las presentadoras soltaban lindezas como “el viento ha impedido una bonita quemada” y realizaban comentarios baladíes mientras sonaba el himno. Se ve que para compensar el desaguisado a alguien en la tele pública se le ocurrió sacar el sábado al escenario a Francisco a hacer playback y a las falleras a formar parte del espectáculo de varietés. Que nadie me acuse de antifallero. Igual de desacertado y surrealista me hubiera resultado ver aparecer a un grupo de arrantzales o de pubillas. Para más inri, si de dar publicidad a la fiesta se trataba, alguien le podía haber explicado al presentador del programa que las Fallas no están ahora mismo “en su mayor apogeo” (tal y como dijo) sino que se quemaron hace ya varios días. Pero no se pueden pedir peras al olmo. Bastante es que no hiciera ninguna gracia (más) con el caloret. Que yo me la temía.
En realidad lo de las falleras fue sólo una anécdota más dentro de la sucesión de despropósitos que compusieron el nuevo show de TVE, ‘La Alfombra Roja Palace’ (existen locales de alterne con nombres menos extravagantes). La cadena pública ha recurrido a José Luis Moreno para que rescate el espíritu de su mítico ‘Noche de fiesta’ en la noche de los sábados. Como si hiciese alguna falta. Como si no tuviéramos suficiente con los espíritus presentes. Como si no nos diesen noches de fiesta suficientes Marhuenda, Inda y compañía. Algunos espectadores aseguraban mientras veían el espacio que parecía que hubiéramos retrocedido a los años ochenta. Pero no. Fue peor. En los ochenta los programas eran más transgresores y arriesgados y, sobre todo, estaban mejor realizados. Cualquiera diría que anoche estaba Monchito al frente de la realización. Porque en ‘La Alfombra’ de José Luis Moreno lo mismo se oía al regidor gritar, a los operarios entrar y salir del escenario sin orden ni concierto, a los presentadores presentando actuaciones que luego no ocurrían o a Mari Carmen y sus muñecos quejándose porque no le ponían el taburete donde tocaba y porque su micrófono no funcionaba.
Sí, también estuvo Mari Carmen y sus muñecos. En concreto con doña Rogelia, que era casi lo más moderno que pisó aquel decorado. En eso no decepcionó Moreno. Sacó de su baúl de los recuerdos los elementos principales de sus shows. Sus señas de identidad. Hubo teatrillo, presentadoras enseñando cacha, chulazos venidos a menos metidos ahora a actores, desfiles de modelos y moteros con harleys y pintas de malos malotes. Un bonito medley. Un medley como el que cantó Soraya con temas de los ochenta, un género que yo creía que ya nadie hacía desde que se erradicó La Década Prodigiosa. Medley, qué bonita palabra.
A esto se unieron una decena de presentadores, nada más y nada menos, a cuál más desorientado. Y un concurso de niños talentosos. Qué idea más original lo de meter a niños demostrando sus virtudes. No entiendo cómo ninguna televisión lo había hecho antes.
Todo podría quedarse como un desvarío anacrónico y ser incluso gracioso (con alcohol entraba mejor), si no fuese porque ha sido financiado y emitido por una televisión pública. Anoche fue más bien púbica. El problema no es lo que cuesta cada programa (220.000 euros cada semana, y se han contratado 13). Aunque costase diez euros sería inadmisible su difusión. A TVE debemos exigirle un entretenimiento innovador y de calidad y no permitirle que nos cuele un espectáculo casposo y desactualizado. Pero sobre todo es intolerable que promueva y admita contenidos con tufos machistas o elitistas. Y en ‘La Alfombra Roja Palace’ hubo unos cuantos y de bastante mal gusto, empezando por los chistes recurrentes sobre lo que tardan las mujeres en arreglarse y terminando con los clichés de que ellas son más estrechas en el sexo y ellos unos salidos. Pero también hubo suegras con mantillas, novias vírgenes y humoristas que soltaban frases como “que no me entere yo que ese culito pasa hambre”. Y mujeres que atendían el guardarropa y decían sí señorito. Como Gracita, pero sin la gracia de Gracita.
Sólo faltaba algún anuncio de Soberano, es cosa de hombres. Pero en TVE ya no hay anuncios. Y bien que se echaron de menos anoche. Cualquier cosa mejor que ese bochornoso show.
En la televisión pública se quejan en los últimos años de falta de presupuesto y lo desperdician en espacios como el de José Luis Moreno, en lugar de emplearlo en reforzar sus informativos o en apuestas de ficción como ‘El Ministerio del Tiempo’. Tampoco andan sobrados de credibilidad y de buena imagen y ‘La Alfombra Roja Palace’ no ayudará a mejorar estos aspectos. El ente público se ha empeñado incomprensiblemente en recuperar del pasado formatos como ‘¿Quién sabe dónde?’ o ‘Noche de fiesta’ para arañar unas décimas de ‘share’. Pero en este caso ni el fin justifica los medios, ni los medios consiguen tal fin, ni hay necesidad alguna de ese fin. Las cadenas públicas deben buscar audiencia sí, pero no a cualquier precio, ni debe ser esa su preocupación fundamental. Lo peor es que ni audiencia consiguió el estreno, que se quedó en un irrisorio 5,8% de cuota de pantalla frente al 10,7% de La Sexta Noche o el 16,9% de El Peliculón.
En cualquier país civilizado el lunes habría dimisiones en la emisora pública por lo que se permitió emitir en pantalla el sábado. Pero no las habrá. Ahí está Mariló diciendo que oler limón previene el cáncer y no pasa nada. Pues menos pasará con lo de Moreno. Toma Moreno. Toma, toma y toma.
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